Un tiburón en zapatillas o un cocodrilo bombardero: los vídeos del 'brainrot italiano' que enganchan a los jóvenes - Estados Unidos (ES)
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Un tiburón en zapatillas o un cocodrilo bombardero: los vídeos del 'brainrot italiano' que enganchan a los jóvenes

Publicado: abril 27, 2025, 12:24 am

Una nueva tendencia ha explotado en TikTok y otras redes sociales: se llama brainrot —algo así como ‘cerebro podrido’— y combina lo absurdo, lo hipnótico y lo generado por inteligencia artificial. Si últimamente has visto en tu feed a un cocodrilo mitad animal mitad bombardero hablando en italiano o un tiburón que corre como un velocista, ya sabes de qué estamos hablando.

Estos vídeos —coloridos, caóticos y con una estética deliberadamente cutre— no son simples bromas. Están creados con herramientas de IA que combinan generación de imágenes, síntesis de voz y edición automatizada para provocar un efecto de sobrecarga sensorial. El resultado: millones de adolescentes enganchados y expertos que empiezan a preocuparse.

Una estética grotesca, personajes imposibles y vídeos generados por inteligencia artificial que se han convertido en una forma de entretenimiento adictiva (y preocupante) para millones de jóvenes.

Un contenido tan feo que resulta hipnótico

En TikTok, Instagram y YouTube Shorts hay un universo paralelo que crece sin parar. Allí viven personajes como Bombardiro Cocodrilo, un reptil cuerpo de avión militar que lanza bombas desde el cielo. La Vaca Saturno Saturnita, una res con cuerpo de nuestro planeta vecino. También Tralalero Tralalá, un tiburón antropomorfo que corre como un velocista olímpico mientras suena una voz distorsionada en italiano. O Tung Tung Sahur, un bate humanoide que porta otro bate en la mano. Son los protagonistas del brainrot, un fenómeno viral que combina inteligencia artificial, ‘cultura meme’ y estética deliberadamente absurda para atrapar al espectador en unos pocos segundos.

Este tipo de vídeos, que parecen salidos de una pesadilla alucinógena, no son una moda pasajera. Detrás hay una lógica clara: aprovechar el potencial de la IA generativa para crear contenidos masivos, visualmente impactantes y emocionalmente estimulantes. Una nueva forma de entretenimiento diseñada para sobresaturar los sentidos y conquistar los algoritmos de las redes sociales.

Como decimos, la mayoría de estos vídeos están generados parcial o totalmente por inteligencia artificial. Se utilizan herramientas como Midjourney o DALL·E para crear imágenes deformadas, aplicaciones de clonación de voz para las locuciones y editores automáticos para montarlo todo en formato vertical, listo para TikTok o Reels de Instagram. Muchos vídeos apenas duran 15 segundos, pero eso basta para sumar millones de reproducciones.

En este universo no hay lógica, pero sí estructura. Se crean personajes con nombres estrafalarios, se inventan historias de conflictos entre clanes, incluso se han generado árboles genealógicos delirantes con relaciones de parentesco entre tiburones, vacas del espacio o strippers hechos de huevo frito. Es una especie de fan fiction colectiva, alimentada por la creatividad adolescente y la potencia de la IA generativa.

El ‘brainrot’ —término que podría traducirse como ‘cerebro podrido’— es una categoría de vídeo breve caracterizada por su estética caótica, su narrativa incoherente y su capacidad para enganchar desde el desconcierto. Los colores estridentes, las voces automatizadas, los filtros retro y las repeticiones constantes no están ahí por casualidad: todo está pensado para explotar los circuitos de atención de los más jóvenes.

Un fenómeno que ya se monetiza

Aunque todo parezca una broma sin sentido, el brainrot italiano es también un negocio, tal y como señalan en un artículo de elDiario. Los creadores se organizan en servidores de Discord donde comparten plantillas, audios, prompts y efectos visuales. Algunos generan contenido en masa para acumular visualizaciones y monetizar mediante las plataformas. Otros lanzan NFT, venden merchandising o aprovechan su viralidad para abrir canales de ingresos indirectos.

Instagram y TikTok favorecen este tipo de vídeos porque generan retención y corren como la pólvora, llegando a miles de usuarios. Cuanto más extraño, más reacciones. Y cuantas más interacciones, más alcance. Es la fórmula perfecta para explotar el modelo de atención que domina la economía digital actual.

¿Qué efectos tiene en el cerebro adolescente?

El éxito del brainrot ha puesto en alerta a expertos en salud mental, que advierten de su impacto potencial en niños y adolescentes. Lo que preocupa no es solo el contenido, sino la forma. El ritmo frenético, la falta de estructura narrativa y el estímulo constante pueden interferir con la capacidad de concentración, provocar fatiga mental y generar adicción al scroll infinito.

La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha emitido advertencias sobre el impacto del consumo excesivo de redes sociales en el desarrollo cerebral de niños y adolescentes. Según un informe de este organismo, el exceso de visionado de vídeos cortos en plataformas como Instagram o TikTok puede reducir la capacidad de concentración, la memoria, la toma de decisiones y la creatividad.

Además, en niños y adolescentes, se ha observado que este tipo de consumo altera el neurodesarrollo de aspectos como el afecto, el control de impulsos, el lenguaje o la capacidad de aprendizaje.

También hay cierto debate sobre la desensibilización que provocan estos vídeos, al normalizar la fealdad extrema, la violencia simbólica o el absurdo sin contexto. Aunque muchos adolescentes lo ven como una simple sátira digital, los adultos no siempre saben cómo interpretarlo… ni cómo ponerle límites.

Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las últimas noticias sobre tecnología.

Related Articles