Publicado: octubre 28, 2025, 7:23 am
Desde la sala de espera del hospital en Madrid hasta los pasillos del edificio de investigación en Pamplona, existe una promesa silenciosa: un tratamiento humano, riguroso y conectado. Ese puente, fÃsico y simbólico, es hoy la columna vertebral del Cancer Center ClÃnica Universidad de Navarra (CCUN). En 2025 esa apuesta ha sido recompensada: el centro recibió la acreditación Comprehensive Cancer Center por la Organización Europea de Institutos de Cáncer (OECI), el primer hospital privado español en lograrlo. Cuando Antonio González , director del CCUN, repasa el camino recorrido en los últimos años, lo hace con la certeza de que no fue fácil: integrar dos sedes, coordinar a más de 500 profesionales, superar más de 350 estándares europeos y aunar tratamiento, investigación y docencia. El esfuerzo, dice, ha merecido la pena. «Esta acreditación es el reconocimiento a un trabajo de años. Supone certificar que somos un centro que apuesta por la calidad, con mecanismos que garantizan la atención integral del paciente bajo estándares de excelencia, y que integra de manera efectiva la investigación y la docencia». Para los pacientes, la distinción significa algo sencillo pero vital: acceso a la mejor ciencia con el calor humano de un gran equipo dividido que trabaja como uno solo. El germen del CCUN se remonta a 2017, cuando la ClÃnica Universidad de Navarra inauguró su sede en Madrid. Pamplona acumulaba ya una larga trayectoria en oncologÃa, con décadas de experiencia y reconocimiento. Pero abrir un segundo hospital suponÃa el nuevo reto de cómo garantizar que el paciente recibiera la misma atención en ambas ciudades. En 2018 se comenzó a diseñar su estructura, en 2019 se avanzó en el modelo y, pese a la pandemia, en 2020 se inauguró la unidad de protonterapia en Madrid. Ese mismo año se aceleró la creación de áreas interdisciplinares que unieron a profesionales de las dos sedes bajo un mismo esquema. El modelo actual funciona a través de 14 áreas clÃnicas intersede. Oncólogos, cirujanos, radioterapeutas, patólogos, enfermeras especializadas y otros profesionales trabajan con protocolos comunes y reuniones conjuntas semanales. «QuerÃamos garantizar que diera igual que el paciente entre por Madrid o por Pamplona. La atención debe ser la misma. Incluso un mismo paciente puede ser tratado en un momento en una sede y al dÃa siguiente en la otra», señala González. El reto no fue solo clÃnico, sino también administrativo. Se diseñó un sistema de trazabilidad que permite reconocer a cada paciente como miembro del Comprehensive Cancer Center desde el primer momento y seguir su itinerario con total transparencia. «Cualquier institución tiene resistencias al cambio, pero logramos unificar procesos y crear un engranaje que hoy funciona como una sola institución». Cuando la CUN ya habÃa empezado a trabajar en este modelo, descubrió que la OECI acreditaba a centros que cumplÃan exactamente esos estándares. La decisión fue natural: alinearse con su hoja de ruta. «CompartÃamos sus criterios de calidad, asà que seguimos esa senda. Cuando la Comisión Europea anunció en 2021 que para 2030 la atención al cáncer debÃa organizarse a través de Comprehensive Cancer Centers, ya estábamos en camino. Eso nos permitió adelantarnos cinco años a lo que pide Europa». El proceso de acreditación fue exhaustivo. AuditorÃas presenciales en Pamplona y Madrid, entrevistas, revisión de procedimientos y validación de indicadores clÃnicos, de investigación y de satisfacción del paciente. «Cumplimos más del 90% de los estándares en la primera evaluación. Pero más que un motivo de orgullo, es una responsabilidad. Ahora hemos puesto en marcha un plan de mejora para lo que nos queda por cumplir». El CCUN reúne a más de 500 profesionales: alrededor de 200 especialistas clÃnicos y 120 investigadores, organizados en 51 grupos de trabajo. Cada año atiende a más de 2.500 pacientes nuevos, con una cifra total cercana a los 3.000. «Es un número que nos sitúa en la media alta de los centros europeos. No somos gigantes, pero tenemos la masa crÃtica necesaria para ofrecer lo que un Comprehensive Cancer Center exige: excelencia clÃnica, investigación de calidad y docencia», explica González. El equipo humano, insiste, es el corazón del proyecto. «Hemos tenido la suerte de formar un equipo espectacular, con una enorme implicación. Sin esa cohesión, nada de esto habrÃa sido posible». Y es que la filosofÃa del CCUN no se limita a tratar tumores. Se centra en la persona en toda su complejidad. El centro dispone de un soporte integral que incluye nutrición, psicooncologÃa, rehabilitación, control de sÃntomas, medicina paliativa y asistencia social. Al inicio del tratamiento, se realiza una valoración global para detectar riesgos y necesidades. «Queremos integrar todo ese soporte en un mismo programa de atención individualizada. Nuestra apuesta es ir más allá de la asistencia médica y poner al paciente en el centro real del proceso», señala el director. El Cancer Center se distingue también por su apuesta por terapias avanzadas. La unidad de protonterapia en Madrid ha tratado ya a más de un millar de pacientes, y la clÃnica fue pionera en España en terapias CAR-T , que produce y administra desde sus propios laboratorios. «Ahora hemos puesto en marcha la medicina genómica para integrar todo el diagnóstico molecular y ofrecer al paciente una medicina personalizada sin barreras. Y participamos en ensayos clÃnicos de terapias con virus oncolÃticos. También exploramos la inteligencia artificial para explotar los datos clÃnicos en beneficio de los enfermos», desgrana González. A este esfuerzo innovador se suma la labor cientÃfica que se desarrolla en el Cima Universidad de Navarra, donde se concentran más de 300 proyectos y cerca de 500 ensayos clÃnicos. Muchos de ellos son estudios en fases tempranas, la vÃa más rápida para que un paciente pueda acceder a terapias experimentales de vanguardia. «Los ensayos en fases precoces son una de nuestras señas de identidad. Significan que nuestros enfermos pueden beneficiarse antes de los avances que marcarán el futuro de la oncologÃa». Esa visión integral del cáncer se completa con un compromiso igual de firme con la docencia. «Formamos a los médicos del futuro desde el pregrado hasta la residencia. Los estudiantes de medicina rotan por nuestras áreas de oncologÃa tanto en Pamplona como en Madrid. Tenemos un programa de residentes en marcha desde hace años y estamos acreditando las unidades docentes de Madrid. También recibimos residentes externos que vienen a entrenarse en áreas especÃficas». La enseñanza, añade, no se limita al conocimiento técnico. «Queremos transmitir un modelo de oncologÃa que combina la ciencia más avanzada con el cuidado humano. Esa es la mejor lección que podemos darles a los profesionales que curarán el cáncer el dÃa de mañana». Pensando en el futuro, el CCUN encara ahora una nueva etapa con un plan estratégico para los próximos cinco años. «Nuestros tres ejes serán la investigación, la atención integral del paciente y la colaboración en redes nacionales e internacionales. Nacimos con la vocación de ser un centro de referencia, dentro y fuera de España, y en esa dirección vamos a seguir trabajando». Con más de 40 años de experiencia en oncologÃa, la ClÃnica Universidad de Navarra ha convertido su Cancer Center en un modelo singular. Un puente entre ciencia y humanidad entre Madrid y Pamplona, entre el laboratorio y la cama del enfermo. El reto ahora, concluye González, es mantener el liderazgo, seguir innovando y consolidar una red de colaboración con otros centros europeos. Pero, sobre todo, no olvidar lo esencial, que detrás de cada tratamiento hay una persona. «Queremos acelerar la llegada de nuevas terapias a los pacientes y hacerlo desde un modelo en el que la persona está siempre en el centro».
