Publicado: junio 17, 2025, 2:23 am
Una persona fallecida, seis permanecen desaparecidas y nueve resultaron heridas como consecuencia de una explosión sucedida este lunes en una fábrica de fuegos artificiales en la ciudad de Changde, en la provincia de Hunan, centro de China, según informaron medios locales.
El incidente se produjo alrededor de las 08.23 hora local (02.23 hora peninsular) en la empresa Shanzhou Fireworks. Igualmente, se informó que todos los heridos están recibiendo tratamiento médico y se encuentran en condiciones que no ponen en peligro su vida, según la agencia oficial Xinhua.
El lugar de la explosión es una estructura de hormigón armado de una sola planta y las instalaciones dan empleo a unas 150 personas, según recogió el medio. La mayoría de los trabajadores se encontraban fuera de la zona de la explosión cuando esta se produjo.
Los equipos de emergencia, bomberos, personal sanitario y fuerzas de seguridad se desplazaron de inmediato al lugar, donde continúan las labores de rescate. De momento, se mantiene abierta la investigación sobre las causas del accidente.
Las autoridades señalaron que se están tomando «medidas de respuesta» al siniestro «de manera ordenada».
En las redes sociales del gigante asiático se han difundido vídeos en los que se ve una densa columna de humo elevándose desde la fábrica, lo que refleja la magnitud del estallido.
Accidentes similares
El pasado mes de diciembre, una explosión provocada por fuegos artificiales en un edificio de la ciudad de Kaifeng, en la provincia central de Henan, dejó tres muertos y dos heridos, en un accidente que volvió a poner en foco los riesgos asociados a esta industria en China.
Los fuegos artificiales y los petardos son muy populares en el país asiático en todo tipo de celebraciones, aunque las autoridades locales han tratado de limitar su uso en los últimos años para reducir la contaminación y los riesgos de seguridad.
China registra con frecuencia accidentes industriales, especialmente en sectores como la minería o la producción de fuegos artificiales, donde persisten deficiencias en materia de seguridad pese a regulaciones más estrictas en los últimos años.