Publicado: diciembre 10, 2025, 9:37 pm
Si esto era un Real Madrid que se apaga, lo hizo con un fogonazo de alma, un resplandor final de orgullo y entrega, un empujón hasta el último instante como los de los momentos felices. Pero está todo emborronado en el Bernabéu, que se desahogó con silbidos cuando se consumó la derrota contra el City de Guardiola después de una función extenuante que durante varios tramos había vuelto a ilusionar a la grada. Los últimos minutos fueron una mezcla nerviosa de cánticos y pitos: la confusión en la que flota el equipo estas semanas. El Real no fue inferior, no se entregó, no se dejó llevar, dispuso de ocasiones, pero le faltó un punto de acierto. O el demoledor Mbappé, tocado en el banquillo.
