Publicado: agosto 18, 2025, 4:23 pm
Los hospitales madrileños Gregorio Marañón, La Paz y 12 de Octubre se han convertido en los tres primeros centros de España en poner en marcha un programa de trasplante parcial de corazón en bebés . Una innovadora técnica que realizó de forma pionera el hospital estadounidense de Duke University en 2022. La estrategia consiste en trasplantar solo una parte del corazón , en concreto la válvula aórtica o pulmonar, a bebés menores de un año que requieren este tipo de cirugía, pero que no presentan un fallo global del corazón. La ventaja con respecto a la intervención actual con materiales biológicos que no crecen con el cuerpo, es que estas válvulas de donante contienen células vivas que siguen desarrollándose con el niño, lo que evita múltiples cirugías para sustituirlas por otras acordes al tamaño que van alcanzando los menores. «Buscamos en niños pequeños, que van a crecer a lo largo de su vida, poder implantarles a edad temprana un conducto valvulado con capacidad de crecimiento. De tal manera que, con una única cirugía, aunque los niños crezcan, como lo hace también la válvula, no necesitarán en el futuro sucesivas intervenciones para cambiar los conductos que hasta ahora implantamos y no crecen«, ha explicado el doctor Juan Miguel Gil-Jaurena, jefe de Cirugía Cardiaca Infantil del hospital Gregorio Marañón, durante la presentación de esta técnica. Desde que en 1967 se realizó el primer trasplante cardiaco , los especialistas han visto que, incluso en recién nacidos con este órgano trasplantado, el corazón crece conforme lo hace el niño . «Si un corazón entero tiene capacidad de crecimiento, probablemente, una de sus partes, en este caso una válvula o un conducto valvular, también lo va a hacer. De ahí que trasplantar una parte del corazón nos da la garantía, extrapolando lo que sabemos del corazón completo, de que a medida que el niño crece también lo hace esa parte del corazón aislada que hemos trasplantado», detalla el doctor Gil-Jaurena. Al reducir el número de intervenciones, hay menos riesgos y se espera que la calidad de vida de los niños mejore . Además, la posibilidad de rechazo es menor y la necesidad de tratamiento farmacológico inmunosupresor también se reduce. «Esto va a cambiar nuestra actividad. Ya habíamos vencido la mortalidad en la cirugía y ahora nos preocupamos por la calidad de vida. Reducir el número de operaciones disminuye la morbilidad, y la expectativa de vida mejoraría», afirma el doctor Enrique García Torres, adjunto de Cirugía Cardiaca Infantil del Hospital 12 de Octubre. La primera vez que se practicó esta novedosa intervención fue a mediados de 2022 en la Universidad de Duke , en Carolina del Norte, a un recién nacido con cardiopatía severa que necesitó además trasplante de las válvulas aórtica y pulmonar. «Lo interesante y honesto es que no se publicó en revista de especialidad hasta que pasó un año y se comprobó que habían crecido de manera correcta esas válvulas trasplantadas del corazón, lo que dio pie a pensar que el primer año de vida, que es cuando más crece un niño, el desarrollo fue correcto y, a partir de ahí, se han ido liberalizando las indicaciones, primero en ese hospital pionero en el mundo, y en los que están siguiendo sus pasos», señala el jefe de Cirugía Cardiaca Infantil del Hospital Gregorio Marañón. Con esta nueva técnica, además, se pueden optimizar las donaciones de corazón infantil , que son muy limitadas. Para hacer un trasplante de corazón parcial se pueden aprovechar órganos que para un trasplante completo serían descartables. «Un corazón de un donante en muerte encefálica es válido entero. Si el donante ha fallecido por un traumatismo torácico, ese corazón no serviría para un trasplante completo, pero las válvulas y arterias son perfectamente válidas», ha puesto como ejemplo el doctor Ángel Aroca, jefe del servicio de Cirugía Cardiaca Infantil del Hospital La Paz. Así, aunque se priorizará siempre a los niños que precisen un trasplante convencional, con esta estrategia se abren tres nuevos escenarios en los que se podrán aprovechar las donaciones. En primer lugar, cuando se dona un corazón sano, pero en ese momento no hay un receptor compatible. En segundo caso, cuando la función del músculo del corazón del donante está afectada pero las válvulas no y se pueden implantar. Y un tercer caso, lo que se conoce como trasplante dominó , cuando un niño recibe un trasplante de corazón completo y sus válvulas pueden ayudar a otros que sólo precisan el reemplazo de una o dos de ellas. Estos tres hospitales madrileños tienen ya aprobados los protocolos necesarios para llevar a cabo esta intervención. A partir de ahora, cualquier niño que cumpla los requisitos que los especialistas consideran necesarios para poder ser susceptibles de un trasplante parcial se podrá beneficiar del mismo.