Publicado: julio 8, 2025, 1:14 am
México enfrenta una crisis hídrica cada vez más compleja, agudizada por el cambio climático, el crecimiento poblacional y una limitada disponibilidad natural de agua en vastas regiones del país, particularmente en el centro y norte. En este contexto, el tratamiento de aguas residuales emerge como una estrategia imprescindible para garantizar la disponibilidad del recurso en los sectores agrícola, industrial y urbano.
El ingeniero Alejandro Prieto Huesca, director general de Koprimo, empresa especializada en soluciones químicas para la industria, señala que uno de los principales obstáculos es que “de las más de 2,500 plantas de tratamiento que operan en el país, sólo el 50% del agua recolectada recibe un tratamiento adecuado”. Este bajo rendimiento, advierte, compromete la calidad del agua disponible y agrava la sobreexplotación de fuentes naturales como ríos, lagos y acuíferos.
La necesidad de agua potable para el crecimiento de las ciudades, la producción industrial y la actividad agrícola, ha incrementado la presión sobre un sistema hídrico con serias limitaciones estructurales. A ello se suma el deterioro de la infraestructura hidráulica existente, que pierde grandes volúmenes de agua por fugas y falta de mantenimiento.
En este escenario, la reutilización del agua a través de un tratamiento adecuado se convierte en una solución estratégica. “El tratamiento de aguas residuales es un factor que será determinante en la conservación y el uso eficiente del agua potable”, sostiene Prieto Huesca. Para ello, señala como indispensables tanto el reforzamiento normativo como la ampliación de la infraestructura con inversión pública y privada.
La tecnología y los insumos químicos especializados juegan un papel central en este proceso. Por ejemplo, el sulfato de cobre es utilizado como alguicida para inhibir el crecimiento de cianobacterias en cuerpos de agua, mientras que el carbón activado actúa como filtro altamente eficiente gracias a sus microporos, eliminando sólidos y olores presentes en el agua. Koprimo, afirma su director, distribuye estos insumos en todo el país como parte de su compromiso con la sostenibilidad hídrica.
Soluciones sostenibles
Existen soluciones adaptadas a comunidades pequeñas o rurales, donde también se sufre la escasez del recurso. “Sí existen tecnologías accesibles y sostenibles para que las pequeñas comunidades puedan implementar su tratamiento de aguas residuales y recuperar así este líquido”, enfatiza. Lo fundamental, añade, es que el gobierno promueva y facilite su adopción mediante programas de apoyo y concientización.
El tratamiento eficiente de aguas residuales tiene impactos directos en la reducción de la contaminación de acuíferos y cuerpos de agua superficiales. Cuando las aguas residuales no son tratadas, terminan infiltrándose en el subsuelo o vertiéndose en ríos y lagos, afectando su calidad, su biodiversidad y haciendo inviable su uso sin procesos costosos de potabilización. Por ello, la depuración se vuelve no solo un acto de gestión hídrica, sino de protección ambiental.
Frente a esta problemática, la coordinación entre el sector público, privado y la sociedad es crucial. “Se trata de un esfuerzo tripartito que debe involucrar al gobierno, la población y a la industria”, explica el vocero. El gobierno, por un lado, debe implementar campañas educativas sobre el uso responsable del agua y fomentar la instalación de plantas de tratamiento domésticas o comunitarias. La industria debe comprometerse a incorporar tecnologías de tratamiento en sus procesos, utilizando productos químicos amigables con el ambiente. Y la ciudadanía tiene la responsabilidad de adoptar hábitos de consumo conscientes y evitar la contaminación del agua.
En suma, México requiere una visión integral y acciones urgentes frente a la crisis hídrica. El aprovechamiento del agua residual tratada no solo es una alternativa viable, sino una necesidad. “Cada institución, cada empresa y cada persona tenemos que entender que el recurso del agua es muy limitado y que, si no lo cuidamos, en el futuro se volverá un elemento escaso y muy costoso”, concluye el vocero de Koprimo.