Publicado: mayo 26, 2025, 3:04 pm
Aunque la defensa de identidades de género disidentes ha estado en su música desde que con 15 años se diera a conocer con el tema Maricón, con su tercer disco Samantha Hudson se ha plantado a sí misma por primera vez «en el centro» del debate en torno a las personas trans frente a discursos excluyentes.
«A JK Rowling le diría que es mala y que ojalá algún día se dé cuenta, pero no creo que sirviera de nada», comenta la artista mallorquina a la pregunta de EFE sobre una de las poderosas personalidades que más claramente se han desmarcado con una postura extrema contra este colectivo.
«Es mi trabajo más consciente. Aunque siempre he utilizado mucho la primera persona, hablaba como narradora. Por primera vez aquí me he situado en el centro ante cosas que me interpelan. Ha sido una manera de vaciarme y de decir que al final del día también soy vulnerable», explica.
«Yo nunca me sentí algo negativo, simplemente sabía que era diferente y nunca conseguía entender por qué eso había de ser un problema para mi entorno», señala. «Yo nunca he sentido una desconexión con mi cuerpo ni un rechazo, pero sí he sentido esa disforia en mis propias carnes como un dedo que me señalaba desde fuera, desde la cultura y desde la sociedad», afirma.
«En general (el mundo) siempre va a ser un contexto complicado para mí. Aún me sigo enfrentando a muchas dificultades. En lo laboral, por ejemplo, siempre es una lucha que me tomen en serio, que lo que hago es también valioso y significativo, aunque lo aborde desde la ironía y el sarcasmo», subraya.
En este ejercicio de lucha o, como mínimo, de resistencia, Hudson ha encontrado tres fuertes aliadas: Zahara, que la acompaña en la inaugural Liturgia y que fue «otra artista muy perseguida por los sectores conservadores y ultracatólicos»; Villano Antillano, en la celebración que es Full Lace y el Tuck, y La Zowi en HOT para hablar «de las pasiones carnales y la lujuria».
«La Zowi es mi artista favorita desde los 16 años, cuando iba al instituto me ponía su música y me sentía un poco menos atemorizada; y yo con este disco lo que quiero es que también se sientan menos solas todas esas personas que forman parte de algún colectivo y que son el objetivo de una verborrea incesante», manifiesta.