Ruth Gaspar, enfermera: "No, de ninguna manera la diabetes se desencadena por comer mucho dulce, ese es uno de tantos mitos" - Estados Unidos (ES)
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Ruth Gaspar, enfermera: «No, de ninguna manera la diabetes se desencadena por comer mucho dulce, ese es uno de tantos mitos»

Publicado: octubre 27, 2025, 5:23 pm

En España hay más de 5 millones de personas con diabetes, que se enfrentan a infinidad de barreras en su día a día… ¿la peor de todas? la desinformación y la falta de empatía. La diabetes es una enfermedad autoinmune muy prevalente en el mundo entero, y no consiste en no comer azúcar, sino en llevar a cabo un plan completo que abarca muchos puntos, para intentar adelantarse a la reacción que el cuerpo va a tener en cada momento.

Se trata de un verdadero tetris en el que las piezas, a veces encajan y otras no. Hablamos con Ruth Gaspar, Enfermera educadora en diabetes del Hospital Universitario La Paz en Madrid, para que nos comparta las situaciones a las que hace frente cada día en consulta, las preocupaciones de los pacientes y todos esos mitos que se han extendido en la sociedad y que no tienen ningún fundamento (aunque sí pueden hacer mucho daño).

¿Por qué todo el mundo opina de lo que debe comer una persona con diabetes, sin saber?

Una encuesta llevada a cabo por Abbott pone de manifiesto los malentendidos y estereotipos en torno a esta condición de salud, que pueden afectar profundamente a quienes viven con diabetes, convirtiéndose en un obstáculo más y, en algunos casos, dificultando el manejo de su día a día.

Con la campaña #Diabetestigma, pretenden visibilizar los prejuicios a los que se enfrentan las personas con diabetes, para fomentar una comunicación más empática entre todos los agentes del entorno. «Si lo conseguimos, esto repercutirá en una mejor calidad de vida».

Comentarios estigmatizantes que todos hemos podido escuchar, como ‘creía que los diabéticos no podían comer azúcar’, o ‘¿pero tú puedes comer eso?’ se repiten hasta la saciedad desde el más absoluto desconocimiento en lo que al manejo de la enfermedad se refiere. Otros datos significativos de la encuesta arrojan datos preocupantes como que «casi el 30 por ciento de los españoles creen que el azúcar es causa directa de la diabetes«. «Pues no», afirma categórica la enfermera especializada en educación diabetológica.

«Tanto la persona como su entorno sufren un impacto enorme con el diagnóstico»

Ante la cuestión de cómo afronta una enfermera un debut diabético, ese primer momento en el que a una persona se le diagnostica la enfermedad, Ruth responde que «tanto la persona que debuta, como todo su entorno, sufren un impacto enorme. De un día para otro, su vida cambia por completo y para siempre«.

Y añade: «En nuestro primer contacto, lo más importante es ser muy empáticos, dar espacio para que expresen sus sentimientos y transmitir seguridad. Debemos conseguir que sientan que, por difícil que vean ahora la situación, siempre vamos a estar ahí para acompañarlos«. En cuanto a la edad en la que se desencadena, que puede ser absolutamente abierta (puede aparecer diabetes tipo 1 en cualquier momento de la vida, por ejemplo), la enfermera dice que «cada momento vital es diferente».

Así pues, las prioridades y las necesidades presentes cambian en función de la edad. «Aunque cada persona es única, y así lo son también sus emociones, podemos identificar algunos patrones. Por ejemplo, la mayoría de los adolescentes que debutan están muy preocupados por poder seguir haciendo las ‘cosas normales de su edad’. Sin embargo, las personas de mayor edad se plantean a menudo si van a tener dificultades a nivel laboral«.

«La diabetes está estigmatizada por desconocimiento»

Hay infinidad de creencias desfasadas pero enormemente arraigadas, «y mucho desconocimiento, según nos cuentan las personas con diabetes, que a diario se enfrentan a comentarios totalmente fuera de lugar. Frases como: ‘¿Te vas a comer eso?’, ‘Tú tienes diabetes porque comías mucho azúcar’ o ‘Con diabetes no podrás trabajar en esto o en aquello…’ minan mucho el ánimo de estas personas, que se ven forzadas continuamente a justificarse».

Para que la población general empiece a cambiar el chip, el lenguaje sobre la diabetes y la forma en la que tratan a los pacientes, hay que transmitirles ejemplos claros e impactantes. «A nadie, por ejemplo, se nos ocurriría llamar ‘canceroso’ a una persona que sufre cáncer. Pues igualmente debemos extender este mismo respeto a las personas con diabetes (que no ‘diabéticos’).

Llevar a cabo unos sencillos y pequeños cambios puede ayudar enormemente a que la gente con diabetes se sienta mejor. «Cuando decimos que alguien ‘es diabético’ estamos etiquetando a esa persona, dando un peso enorme a la patología, como si esta fuera su rasgo más definitorio. Cambiarlo por ‘tener diabetes’ marca una gran diferencia. La diabetes así pasa simplemente a ser una característica más de esta persona, y ni de lejos la más importante», dice la enfermera.

«Si se gestiona bien, la diabetes permite una vida completamente normal»

El estigma que gira en torno a la diabetes, esa patología en la que todo el mundo se permite opinar y aconsejar, «sólo se puede combatir con información clara y veraz, desmintiendo bulos y compartiendo con naturalidad cómo es el día a día de las personas con diabetes. Eso sí, la población general debe saber que los hábitos saludables que recomendamos a una persona con diabetes son exactamente los mismos que todos deberíamos seguir, y que, gestionando bien su tratamiento, pueden llevar una vida completamente normal».

La clave, según la experta, está en «educación, educación y educación». Y añade: «Tener acceso a una educación terapéutica de calidad es un derecho de todas las personas con diabetes, puesto que es imprescindible para poder hacer frente al desafío diario que supone la enfermedad».

Las recomendaciones cambian, y la vida de las personas con diabetes también. Por eso, «la formación debe ser un proceso continuo, en el que se irá avanzando con las experiencias propias. Aprender de los errores, y compartir todos estos aprendizajes con el equipo sanitario es fundamental. No es que seamos más listos, pero entre todos va a ser más fácil encontrar nuevas estrategias de manejo».

Grandes bulos sobre la diabetes

‘Tienes diabetes porque has comido mucho azúcar’. Falso. «La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune, sin un desencadenante claro. Por otra parte, aunque la diabetes tipo 2 está más relacionada con un estilo de vida poco saludable, no es nunca el consumo de un alimento concreto el responsable de la situación. Nunca debemos culpar a una persona por haber desarrollado una enfermedad, eso es terrible».

‘Si tienes diabetes, nunca vas a poder tomar dulces’. Falso. «Los dulces son alimentos que todos, con diabetes o sin ella, debemos tomar sólo de manera ocasional. Una persona con diabetes, con una buena formación, sabe adaptar su tratamiento para, puntualmente, tomar un dulce cuando así lo desee», explica Ruth Gaspar.

El trabajo de la enfermera consiste en «acompañar su camino de vida conviviendo con la diabetes. Nosotros, como sanitarios, vamos a estar presentes en momentos puntuales, pero la persona con diabetes debe saber gestionar su patología las 24 horas al día, todos los días de su vida. Y deben estar preparados para ello. Por esto, la educación terapéutica juega un papel fundamental, empoderando, mediante la adquisición de conocimientos y habilidades, a las personas con diabetes».

¿A qué se enfrenta una persona con diabetes cada día?

En diabetes, por desgracia, «dos más dos no son cuatro. Por muy buena que sea la formación, por muy optimizado que esté su tratamiento… los resultados no siempre son los deseados. Y es fundamental saber eso, y entender que hacer una buena gestión no es tener siempre los resultados perfectos, sino saber reaccionar ante los menos buenos. Cuando emocionalmente estás bien, y preparado para ello, es más sencillo gestionarlo adecuadamente y no frustrarse».

El conocimiento les da seguridad en el manejo de la diabetes a quienes les toca lidiar con ella, y sólo de esa manera pueden llegar a vivir ‘con’ la diabetes y no ‘para’ ella. «La diabetes es un desafío diario que merece nuestra empatía, no nuestros juicios. Construir un entorno empático, respetuoso y colaborador es responsabilidad de todos».

En cuanto a la discriminación la enfermera recuerda un caso concreto que le hizo especial mella. «Me acuerdo con muchísima rabia del caso de un chico que llevaba años preparando la oposición para policía, y que fue rechazado en el último momento al debutar con una diabetes. Afortunadamente, aquí la legislación ya ha cambiado y las personas con diabetes cada vez tienen menos discriminación a nivel laboral».

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