Publicado: septiembre 20, 2025, 3:24 am
Acaba de salir a la luz una investigación que revela que China podría haber accedido a datos cerebrales de deportistas famosos con el objetivo de utilizarlos en proyectos militares. La información habría sido obtenida a través de unas diademas electrónicas llamadas FocusCalm creadas por la empresa BrainCo, nacida en Harvard en 2015, pero que después se trasladó a China.
Desde Hunterbrook Media y el periodista Pablo Torre desde su canal de YouTube informan de que estas diademas funcionan como unos auriculares que registran las ondas cerebrales y sirven para entrenar la concentración o medir la relajación. De hecho, la han utilizado atletas tan reputados como el tenista Jannik Sinner, el piloto de Fórmula 1 Charles Leclerc, la esquiadora Mikaela Shiffrin o jugadores del Manchester City.
Apoyo económico de empresas chinas vinculadas al ejército
Explican que el verdadero problema es que la empresa no solamente habría recolectado los datos, sino que además tendría apoyo económico de instituciones chinas relacionadas con el gobierno y empresas tecnológicas vinculadas al ejército. Esto ha hecho sospechar que esta información podría terminar en proyectos destinados a entrenar a soldados con la ayuda de inteligencia artificial.
Los patrones podrían ser utilizados para el estudio de como los soldados podrían mejorar la concentración bajo presión, la velocidad de reacción o la resistencia mental en contextos militares. Estas diademas fueron introducidas en el deporte por el doctor Riccardo Ceccarelli quien confirmó en su día que estos datos se almacenaban en la nube, generando dudas sobre quien puede acceder a ellos.
Eso sí, también reconoció allá por 2019 el haber recopilado una «cantidad masiva» de registros cerebrales y no solo de atletas, sino también de estudiantes. BrainCo, responde ante esto, declarando que la información se borra al finalizar cada uso, pero que su política de privacidad indica que sí almacenan datos de los usuarios.
Cómo decimos, estos dispositivos han ganado popularidad en el mundo del deporte como una forma para que los atletas de élite cuantifiquen su nivel de concentración, pero la investigación ha hecho poner las orejas tiesas antes que estos datos puedan ser utilizados para uso militar por China e incluso con futuros robots humanoides de combate.