Publicado: junio 9, 2025, 2:23 pm
Los Ángeles vive su tercer día de protestas. A pesar de que el presidente Donald Trump ha movilizado a la Guardia Nacional, las manifestaciones contra sus políticas migratorias no cejan. El Gobierno amenaza con más redadas y la represión de las protestas en la segunda ciudad más grande de EEUU y parte de su condado.
Todo el centro de Los Ángeles ha sido declarado zona de reunión ilegal. La policía ha utilizado granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, y algunos han golpeado y empujado a los manifestantes mientras realizaban detenciones, según testigos citados por medios locales. Los manifestantes incendiaron al menos dos coches.
Origen de las protestas
Las autoridades y los manifestantes llevan enfrentándose desde el viernes después de que agentes de inmigración detuvieran a decenas de personas. Los analistas de inteligencia creen que los manifestantes están motivados por varios factores, entre ellos las redadas de inmigración, el despliegue de la Guardia Nacional y los agitadores que, dice CNN, encajan en los perfiles de «alborotadores profesionales».
Las protestas se iniciaron cuando los manifestantes, mayoritariamente hispanos, intentaron interponerse para evitar los arrestos, en muchos casos agresivos, de inmigrantes por parte de la policía migratoria federal (ICE).
El viernes pasado, agentes del ICE ejecutaron órdenes de registro en varias localizaciones, incluida el exterior de un almacén de ropa en el llamado «distrito de la moda», informa CBS News. La acción se produjo después de que un juez encontrara causa probable de que el empleador estaba utilizando documentos ficticios para algunos de sus trabajadores.
«Tenemos que defender a nuestra gente. No importa que nos hieran, que nos lancen gas nunca nos detendrán. Solo nos queda nuestra voz»
En el exterior se vivió una tensa escena cuando una multitud trató de impedir que los agentes se marcharan. «Tenemos que defender a nuestra gente. No importa que nos hieran, que nos lancen gas (…) nunca nos detendrán. Solo nos queda nuestra voz», declaró a AFP una mujer, hija de inmigrantes.
Se extiende el caos
El descontento se extendió el sábado a las cercanas ciudades de Compton y Paramount, en el condado de Los Ángeles. En esta última, estallaron después de que pareciera que agentes federales de la ley estaban llevando a cabo allí otra operación de inmigración. Las protestas continuaron por la noche, con varios cientos de manifestantes reunidos cerca de una cafetería. Las autoridades colocaron alambre de espino para contener a la multitud.
La alcaldesa de Paramount, Peggy Lemons, dijo a los medios que los miembros de la comunidad se manifestaron porque la gente teme la actividad de los agentes de inmigración. «Cuando se manejan las cosas como parece que se están manejando, no es de extrañar que se produzca el caos», dijo Lemons.
«Cuando se manejan las cosas como parece que se están manejando, no es de extrañar que se produzca el caos»
Algunos manifestantes abuchearon a los agentes mientras grababan con sus móviles lo que sucedía. Una decena larga de personas fueron acusadas de obstaculizar a los agentes de inmigración. Según el ICE, entre la noche del viernes y la del sábado en Paramount hubo ocho detenidos.
Los manifestantes se volvieron a concentrar ante edificios federales en el centro de Los Ángeles, incluido un centro de detención, donde la policía local declaró ilegal una reunión y empezó a hacer detenciones. Un grupo de agentes federales disparó granadas aturdidoras y botes de gas lacrimógeno contra los manifestantes.
Barricadas y un centenar de detenidos
En su conjunto y de momento, las operaciones del ICE en todo Los Ángeles se han saldado con la detención de más de un centenar inmigrantes, según un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), de los que 35 serían mexicanos. Hay también cinco personas vinculadas a organizaciones delictivas y personas con antecedentes penales, asegura el DHS. Los agentes del ICE en Los Ángeles están recibiendo también ayuda de Aduanas y Protección de Fronteras, del Servicio Federal de Protección y, finalmente, a la Guardia Nacional.
Este domingo, estalló un enfrentamiento frente al Centro Metropolitano de Detención, en el centro de Los Ángeles, donde protestaba un grupo de manifestantes. El sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, dijo que los agentes federales dispararon munición no letal. «Protegeremos su derecho a protestar pacíficamente, pero no toleraremos la violencia ni la destrucción de la propiedad», dijo a las cadenas de televisión.
«Protegeremos su derecho a protestar pacíficamente, pero no toleraremos la violencia ni la destrucción de la propiedad»
Las imágenes de las televisiones de Los Ángeles mostraban a algunos manifestantes intentando interponerse en el camino de un autobús del Servicio de Alguaciles de EEUU, mientras que otros lanzaban piedras y otros objetos contra los vehículos de las fuerzas del orden.
Trump manda a la Guardia Nacional
El Gobierno decidió el sábado desplegar a la Guardia Nacional, fuerza de reserva que suele comparecer en el caso de catástrofes naturales. Alrededor de 300 guardias están sobre el terreno y otros 500 están preparados para desplegarse, aunque la Casa Blanca quiere movilizar al menos 2.000.
Trump tomó la decisión de desplegar a la Guardia Nacional en el condado de Los Ángeles para, argumentó, proteger al personal y los edificios federales de las protestas y los enfrentamientos posteriores. El presidente tomó esa decisión pese a que la Policía y el ayuntamiento de Los Ángeles confirmaron que las protestas, en su mayoría pacíficas, estaban contenidas.
Permiso para tropas
Pero es que no es al Gobierno federal (al gobierno central diriamos en España) a quien le corresponde tomar esa decisión. El presidente lo puede hacer pero sí tiene la autorización del gobernador a cargo, que es el comandante en jefe de las fuerzas militares estatales. Trump ha desplegado la Guardia Nacional sin «pedir permiso». Es la primera vez en 60 años que un presidente estadounidense la despliega sin contar con la autorización.
El gobernador de California, Gavin Newsom, respondió el domingo, pidiendo a la administración que rescindiera la orden y devolviera el control de la guardia al estado. Newson, demócrata con aspiraciones presidenciales, dijo que el estado presentará una demanda contra la administración Trump por el despliegue de la Guardia Nacional.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) condenó el despliegue de las tropas y dijo que estudia imponer una demanda. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, dijo este domingo que el despliegue de las tropas «es una escalada caótica».
En defensa de la medida adoptada, la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dijo el domingo que la administración no permitirá que se repita «lo de 2020». «El presidente sabe que [Newsom] toma malas decisiones, y por eso el presidente eligió la seguridad de esta comunidad antes que esperar a que el gobernador Newsom recupere la cordura», añadió Noem.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, amenazó el sábado con movilizar al ejército regular cercano. Y el domingo, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, lo justificó: «Debemos estar listos para hacer lo que sea necesario».
Dado que 35 de los detenidos son ciudadanos mexicanos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha pedido que sean tratados con dignidad. «Son hombres y mujeres honestos que fueron en busca de una vida mejor (…) No son criminales«, declaró en un discurso.