Publicado: julio 14, 2025, 8:23 pm
En la vida, las emociones suelen formar parte de un amplio abanico de posibilidades, contextos, circunstancias, personalidades… y lo más inteligente es saber gestionar cada situación según van llegando los problemas. Sin embargo, hay una parte de la población que padece algo que se denomina splitting, y que hace referencia a una acción inconsciente en el que son incapaces de ver los matices: o algo (alguien) es bueno, o es malo.
Se trata de un pensamiento absolutamente limitante y polarizado, con cambios de opinión radicales y muy poca o ninguna habilidad para adaptarse. Vivir en el extremo elimina de la vida de las personas que sufren splitting un sinfÃn de gamas de colores que la enriquecerÃan. Considerar que las cosas son blancas o negras, buenas o malas, sin ningún tipo de matiz, es un problema psicológico importante.
Splitting, un mecanismo de defensa
En realidad, decantarse por un extremo o, por el contrario, y cambiar de opinión de manera brusca e irreparable puede resultar un verdadero problema para quienes son vÃctima del splitting. Según los expertos en psicologÃa, esta radicalización de las emociones no tiene nada que ver con que la otra persona haya hecho, sino que es un problema intrÃnseco.
En realidad, se trata de un mecanismo de defensa con el que quienes lo padecen sienten que sufren menos ante una decepción o cualquier contratiempo que sienten como una amenaza. Ver únicamente dos extremos en todo, bueno o malo, blanco o negro, adorable o insoportable… tiene que ver con algo que se remueve por dentro en quien lo sufre, y no con terceras personas.
Un problema de ida y vuelta, del que nadie está libre
Como explican los psicólogos, este pensamiento dicotómico no es patrimonio de unas personas sà y otras no, sino que puede aparecer en la vida de cualquiera ante situaciones concretas de estrés emocional o presión laboral, por ejemplo.
Se trata, pues, de algo que en un momento dado no sabemos solucionar correctamente, lo que nos lleva a radicalizarnos como defensa. Actuamos desde el miedo. La montaña rusa emocional en la que muchas personas se han instalado de manera habitual e inconsciente desemboca en splitting: amar sobre todas las cosas a alguien, y de la noche a la mañana odiarlo sin que haya hecho nada diferente es algo ‘normal’ en estos casos.
El splitting hace que haya personas que dejen de hablarse y se odien sin motivo, sin posibilidad de dialogar y de generar cierta duda. La ruptura es irreversible. Es lo que sucede en las relaciones intensas que mueren pronto, protagonizadas por un miembro que ha idealizado al otro hasta la extenuación, y que de repente cambia radicalmente su percepción de la realidad. Y sucede más de lo que podrÃamos imaginar.
SÃntomas de que eres vÃctima del splitting
La rigidez emocional, a la que son más propensas algunas personas, puede llevarlas a pasar del amor al odio por un simple comentario, o un gesto insignificante. Y no solo sucede con los demás; también uno mismo puede sentirse perfecto un dÃa, y hundirse al siguiente porque ha cometido un error.
La mejor manera de frenar la espiral es, en primer lugar, detectar esos cambios bruscos de opinión en uno mismo. Los expertos recomiendan, una vez nos hemos dado cuenta de que somos vÃctimas del splitting, escribir un diario emocional en el que plasmar lo bueno y lo malo de alguien.
Por supuesto, el apoyo profesional va a acelerar el proceso de regreso al mundo de los matices asumiendo la responsabilidad. Una vez el psicólogo nos ayuda a detectar la causa de esos brotes emocionales inconscientes e inexplicables, nos irá haciendo poco a poco más libres, aceptando que todos tenemos cosas buenas y cosas malas. No vivir a la defensiva es el gran paso a dar.