Publicado: julio 25, 2025, 2:23 pm
No es algo exclusivo en España, ocurre en todo el mundo. Es muy común pasear por la calle y encontrarse con alguien que conocemos o nos resulte familiar. Saludamos, se acerca y el problema llega cuando intentamos recordar su nombre. Misión imposible. La incomodidad se apodera de la situación porque a pesar del esfuerzo mental por identificar a esa persona y en un intento desesperado de evitar el bochorno, la memoria no coopera.
Esto no es una excepción. «Mucha gente tiene dificultades para recordar el nombre de otras personas. Pero hay un truco muy sencillo para asegurar que nunca vuelvas a olvidar un nombre u otras cosas que olvidas fácilmente», afirma el doctor Marc Milstein, autor de ‘The Age-Proof Brain: New Strategies to Improve Memory, Protect Immunity, and Fight Off Dementia’.
La ciencia, a través de diferentes estudios, ha conseguido saber qué es lo que ocurre cuando recordamos o no el nombre de esa persona. Existen algunos secretos que pueden servir para recordar. Por ejemplo, uno de ellos es escribirlo en la mano para que sea más difícil de olvidar. O también se puede asociar ese nombre a algo.
Por qué no recordamos el nombre de una persona
La Universidad de Lancaster ha investigado este asunto y establece que no solamente se trata del nombre. También juega un papel importante la cara de una persona, es decir, si nos es más o menos familiar. Todos estos detalles de familiaridad o la asociación con otros nombres puede ser fundamental.
La investigación ha demostrado que se tarda en identificar a una persona un mínimo de 10 segundos. El estudio explica que unas 22 personas «mantuvieron registros de las dificultades y errores que experimentaron al reconocer a las personas, produciendo un conjunto principal de 922 registros de dificultades y errores recopilados durante un período de siete semanas, y un conjunto subsidiario de 86 registros de experiencias en las que se observó que una persona encontrada se parecía a una persona conocida de alguna manera».
Los registros se clasifican en diferentes tipos y también se utilizan «para desarrollar un modelo de reconocimiento de personas en el que los sistemas de representación crean descripciones estructurales de la persona encontrada que se someten a controles de similitudes con personas conocidas; cualquier similitud de este tipo se puede utilizar para acceder a la información de identidad de la persona y luego información adicional».
«Los resultados de las unidades de reconocimiento y de los nodos de identidad de la persona van al resto del sistema cognitivo, que puede ser importante para tomar decisiones sobre la identidad ‘real’ de una persona encontrada, y que también tiene a su disposición varias formas de obtener más información que puede ayudar a tales decisiones», revela Lancaster.
Ron White, el ganador en dos ocasiones el Campeonato de Memoria de Estados Unidos, explicó que «la razón por la que no recuerdas un nombre es porque no estás en modo receptivo ni prestas atención cuando lo escuchas por primera vez. Es habitual centrarse en cosas como qué pensará esa persona de ti, qué piensas tú de ella, qué te transmite su apariencia o qué le vas a decir. No es cuestión de mala memoria, sino de falta de atención«.