Publicado: diciembre 19, 2025, 5:23 am
Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo alcanzaron este miércoles un acuerdo político para adoptar las salvaguardas propuestas por la Comisión Europea para reforzar la protección de los agricultores europeos en caso de que el acuerdo de libre comercio de la Unión Europea (UE) con Mercosur tenga un grave impacto en su actividad. El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, dice que es «excelente para los agricultores», pero entonces, ¿por qué Bruselas amanece hoy poblada de ruidosos tractores?
Hasta 15.000 agricultores de los 27 países de la UE recorrieron este jueves las calles de Bruselas. Cientos de tractores bloquearon algunas de las entradas por carretera a la capital belga y provocaron una congestión de tráfico en buena parte de la ciudad. Los manifestantes están vinculados a 40 organizaciones diferentes reunidas bajo el paragüas del COPA-COGECA (la mayor entidad agraria de la UE).
Lo primero, las partes. De un lado tenemos a la UE y de otro al Mercosur, el Mercado Común del Sur. Se trata de un bloque económico fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. El Mercosur incorporó a Venezuela en 2012 (pero fue suspendido en 2016) y a Bolivia en 2023. Como estados asociados están Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Panamá, Guyana y Surinam.
UE-Mercosur, dos décadas negociando
Tras veinte años de negociaciones, el 28 de junio de 2019, en la cumbre del G20 de Osaka, se anunció un tratado de libre comercio entre el Mercosur y la UE. Era un principio de acuerdo. Las negociaciones culminaron el 6 de diciembre de 2024, pero un año después los textos definitivos no se han firmado, debido a la oposición de algunos socios, principalmente Francia.
La adopción de las salvaguardas que veíamos al principio (las acordadas este miércoles) es el paso previo que aguardaba la presidencia danesa de la UE para proponer a los 27 aprobar la firma del acuerdo de libre comercio. La idea inicial es que la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, Antonio Costa, viajen a Brasil este sábado para rubricar el acuerdo.
En qué se traduce el acuerdo
La UE y Mercosur quieren crear una de las mayores zonas de libre comercio del mundo, reduciendo los aranceles y las barreras comerciales, facilitando a las empresas de ambas partes la exportación de mercancías. Abarcaría a más de 700 millones de personas y casi el 25% del PIB mundial.
El acuerdo supondría para la UE una reducción de aranceles en productos como automóviles, maquinaria y productos químicos. Los países del Mercosur se beneficiarían de un mejor acceso a los mercados de la UE para exportar sus productos agrícolas.
Si se ratifica, representaría el mayor acuerdo comercial alcanzado tanto por la UE como por el Mercosur en términos de ciudadanos involucrados. Pero buena parte del campo europeo sigue rechazando el pacto.
Por qué se opone el campo europeo
Los países más reticentes al acuerdo comercial son Italia, Polonia y sobre todo Francia. España se ha mostrado a favor del acuerdo, pero sus agricultores no y de hecho están representados en las protestas de Bruselas por las principales organizaciones agrarias, Asaja, COAG y UPA. ¿Por qué?
De manera general, son tres los reparos que los agricultores y ganaderos de la UE ponen al pacto con Mercosur:
- Diferencias de costos de producción.
- Diferencias de estándares de calidad y seguridad alimentaria.
- Impacto medioambiental (iría en contra de las prácticas agrícolas sostenibles).
La idea madre del rechazo es que levantar el 90% de los aranceles implicaría una competencia desleal por la desigualdad de condiciones. La crítica de los agricultores y ganaderos europeos radica en la falta de reciprocidad en estándares productivos, especialmente en sanidad animal, uso de agroquímicos y trazabilidad.
Según Eli Tsiforou, secretario general de COPA-COGECA, que agrupa a las cooperativas y productores europeos, el pacto «impone un costo enorme al sector» y llega en un momento sensible, marcado por ingresos deprimidos y mayores exigencias regulatorias. Esta organización considera que la Comisión podría cometer «un error histórico al relegar la agricultura a un segundo plano».
¿Corrigen las salvaguardas los desequilibrios?
Para el campo europeo el Acuerdo UE-Mercosur puede abrir la puerta a importaciones insostenibles y libres de aranceles. Serían los casos de las aves de corral, la carne de vacuno, el azúcar, el arroz o el maíz. Son productos que al otro lado del Atlántico se producen con estándares significativamente más laxos que los exigidos en la UE.
Un ejemplo. En Bélgica, los productores de carne temen que cortes de gran valor como el entrecot pierdan competitividad frente a la oferta sudamericana. Para eso se ha acordado ese paquete de salvaguardas: se restringirían importaciones si se comprueba que suponen una amenaza al mercado interior. La Comisión Europea actuaría cuando las importaciones de productos sensibles se incrementen de media un 8% y los precios caigan en el mismo porcentaje en un periodo de tres años.
Pero según COPA-COGECA esas salvaguardas no corrigen «los profundos desequilibrios estructurales ni proporcionan una protección verdaderamente eficaz a los sectores agrícolas». Según la unión de las organizaciones agrarias europeas, las salvaguardas propuestas siguen siendo insuficientes para evitar la perturbación del mercado, no garantizan unas condiciones de competencia equitativas reales y no ofrecen garantías creíbles a los agricultores y fabricantes de la UE, «que ya operan bajo restricciones regulatorias y económicas mucho más estrictas».
Competencia desleal y llega la nueva PAC
El miedo es al dumping ambiental y social. Los agricultores y ganaderos de la UE podrían quedar expuestos a una competencia desleal. Los productores del Mercosur a menudo operan sin las mismas salvaguardias rigurosas en materia de normas laborales, deforestación, gestión sostenible de la tierra, emisiones de carbono o uso de plaguicidas.
Otro ejemplo: más de 30 sustancias activas aprobadas para su uso en el cultivo de la caña de azúcar en Brasil han sido prohibidas para su uso en la remolacha azucarera en la UE. Y lo mismo con el maíz: el 52% de las sustancias autorizadas allá no se encuentran en Europa.
Finalmente, es importante tener en cuenta el contexto. Si este sábado se firma el acuerdo con Mercosur llegaría tras conocerse la propuesta de la Comisión de recortar en casi un 30% el presupuesto de la PAC, la Política Agrícola Común, para el período 2028-2034. Ese recorte implica dejar a discreción de los gobiernos nacionales la asignación de fondos, lo que es visto como un retroceso en la política de seguridad alimentaria europea.
A fin de cuentas, sería eso, menos dinero para subvencionar al campo europeo. Los agricultores avisan de que la desaparición de la PAC tal y como era encarecerá la cesta de la compra en hasta 500 euros anuales.
