Publicado: julio 21, 2025, 1:05 pm
La presión por cumplir expectativas, saberlo todo y presentar buenos resultados, es un pensamiento que afecta a los líderes y provoca que caigan en el perfeccionismo, pero esto ocasiona estrés, ansiedad y problemas con los colaboradores.
En este sentido, 55% de los mexicanos considera que el estrés laboral es la principal causa de problemas relacionados con la salud mental, de acuerdo con el estudio Panorama del bienestar en las empresas 2025, realizado por Wellhub.
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El perfeccionismo está muy marcado por los líderes, por el tema del nivel del cargo que tienen”, comenta Paola Saucedo, fundadora de la consultora The Working Method.
Consecuencias del perfeccionismo en los equipos
Cuando un líder tiende a ser perfeccionista, y este se vuelve tóxico, no solo tiene mayor carga mental, sino que también afecta a su equipo, porque se sienten constantemente vigilados, presionados por no cometer errores y no se siente en confianza.
Por ello, las prácticas que conllevan al perfeccionismo en los líderes se dan cuando quieren controlar la situación, actúan de manera impulsiva ante los errores y supervisan de más a los colaboradores, lo que también es conocido como micromanagement.
A causa de esto, los equipos evitan dar nuevas ideas y optan por no innovar, por el temor a equivocarse y al aumento del estrés. Cabe mencionar que el estrés a nivel mundial es alto, porque tres de cada cuatro personas afirman sentirse estresados a tal punto que han afectado su vida diaria, de acuerdo con un informe del Día Mundial de la Salud Mental, realizada por Ipsos.
Con el exceso de perfeccionismo le hacemos daños al equipo. Empezamos a exigirles, no permitimos que tomen decisiones por su cuenta y es ahí cuando frenamos la proactividad”.
3 pasos para dejar de ser perfeccionista tóxico
Paola Saucedo puntualiza que el perfeccionismo tóxico no se debe confundir con la calidad, ya que la diferencia recae en aceptar los errores y que no siempre se lograran los objetivos, pero es importante tener un plan de acción.
En este contexto, el 83% de los líderes que están en empresas con alto desempeño, animan a los colaboradores a probar nuevas ideas, fracasar y aprender de los resultados, de acuerdo con McKinsey.
Por ende, estas son tres consideraciones para evitar caer en el exceso de perfeccionismo en los líderes:
1. Aceptar los errores: El primer paso es aceptar que los errores son inevitables y, por ende, una equivocación de un líder o de su equipo no debe ser sinónimo de malos tratos, sino una oportunidad para aprender.
2. Comenzar a confiar: Estar seguro de que el equipo puede lograr resultados eficientes es el segundo paso para prevenir el perfeccionismo, por lo que la función del líder es ser un guía durante el proceso.
3. Aprender a delegar: Una de las características del perfeccionismo es asumir toda la carga de trabajo, a causa de la desconfianza de los demás. De manera que, aprender a delegar tareas es una manera de prevenir estas conductas y a su vez, permitir el trabajo en equipo.