Parecía un juego de imitar movimientos. En realidad estaba diagnosticando el autismo mejor que muchos tests clínicos - Estados Unidos (ES)
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Parecía un juego de imitar movimientos. En realidad estaba diagnosticando el autismo mejor que muchos tests clínicos

Publicado: noviembre 3, 2025, 7:23 am

Parecía un juego de imitar movimientos. En realidad estaba diagnosticando el autismo mejor que muchos tests clínicos

Cuando pensamos en videojuegos se nos puede venir a la mente el hecho de ser una forma de entretenimiento para los jóvenes (o no tan jóvenes) o incluso que tienen un fin educativo. Pero han querido un salto más allá al apostar por los videojuegos como una herramienta diagnóstica para los más pequeños de la casa y detectar de manera precoz enfermedades tan importantes como el autismo o el TDAH

La importancia. De manera clásica, tanto el TDAH como el autismo son patologías que se superponen desde la infancia, haciendo que pueda ser difícil el diagnóstico precoz, que es la piedra angular en la medicina moderna para poder atajar los problemas de una manera rápida. Y esto es lo que se ha conseguido con un videojuego que promete en menos de una hora diferenciar a una paciente con TDAH de otro con autismo, solo con la capacidad de copiar los movimientos que hace una silueta en la pantalla. 

Como decimos, el diagnóstico precoz, sobre todo de un TEA es realmente importante para aplicar un tratamiento que mejore la calidad de la vida del menor y también se empiece cuanto antes con las intervenciones efectivas. Porque aunque de momento no hay tratamientos que sean curativos, si que se puedan tratar de controlar algunos de los síntomas que se van generando. 

En la actualidad no hay muchos biomarcadores fiables y específicos para hacer este diagnóstico, y esto es un problema porque el trastorno del espectro autista coexiste con el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) en un 50-70% de los casos. Esta superposición a menudo resulta en un «cuadro clínico confuso» que provoca diagnósticos erróneos o retrasados que al final son un grave problema. 

Difícil de detectar. Pero el hecho de diagnosticar un TEA no es algo sencillo tampoco, porque se basa en muchos casos de las evaluaciones tradicionales de la imitación motora, debido a que el problema radica en las neuronas espejo de nuestro cerebro. De esta manera, es clásico que si un bebé no responde sonriendo cuando le hacemos una sonrisa se pueda poner en alarma el caso. Pero esto es algo lento que quiere de observadores muy entrenados y que tienen una fiabilidad, precisión y escalabilidad limitadas.  

Los videojuegos. Y aquí es donde entra el videojuego en cuestión para poder darnos las herramientas que nos faltaban en el día a día para hacer el diagnóstico de un TEA. Algo que ha logrado un equipo de investigación desarrollando la Evaluación Computarizada de la Imitación Motora, o CAMI.

Un sistema que se trata de una tarea breve, de un minuto de duración, que se ha diseñado como un videojuego muy atractivo para que se tenga ganas de jugar. El sistema en este caso utiliza diferentes métodos de visión por computadora para evaluar el rendimiento de la imitación sin la necesidad de colocar ningún tipo de sensor en los niños y casi sin intervención de un humano para poder interpretar los resultados que se van generando. 

{«videoId»:»x80fepe»,»autoplay»:true,»title»:»La ciencia detrás del sueño y los efectos en nuestro cuerpo», «tag»:»Sueño», «duration»:»146″}

La imitación como clave. El objetivo del estudio era claro: examinar si CAMI podía identificar los problemas de imitación específicos del autismo en comparación con niños sin ningún tipo de enfermedad o niños con TDAH. En el caso de que un niño no pudiera hacer la imitación de los movimientos que aparecen en pantalla, si que podríamos estar hablando de un problema importante que esté provocando todo eso. 

Pero la pregunta obligada en este caso es… ¿Por qué miramos la imitación de los movimientos? La respuesta está en que el rendimiento de la imitación se considera un prometedor biomarcador que es bastante específico para diagnosticar el autismo. La imitación en este caso es fundamental para el aprendizaje social y las relaciones interpersonales, y su déficit ha ido asociado a los niños que presentan un TEA en comparación con los niños sanos. 

El desafío era demostrar que este déficit es específico del autismo y no de otras condiciones con perfiles motores atípicos, como el TDAH. Es decir, que si un niño no podía seguir el movimiento que aparecía en la pantalla se debía a un problema relacionado con el espectro autista y no porque hubiera un problema en la atención. 

El experimento. El estudio transversal reclutó a 183 niños de entre 7 y 13 años. Los participantes se dividieron en cuatro grupos: TDAH (sin TEA), TEA con TDAH coexistente, TEA sin TDAH (solo TEA) y niños neurotípicos.

La prueba consistió en dos ensayos de un minuto cada uno, en los que se pedía a los niños que se pusieran de pie y copiaran los movimientos de «baile» que hacía un avatar en la pantalla. 

Los movimientos en estos casos eran grabados por las cámaras Kinect de Xbox y CAMI calculaba automáticamente una puntación de imitación para cada ensayo que va de 0 a 1, siendo el uno la imitación perfecta. Estas puntuaciones se promediaron para obtener una puntuación compuesta.

El resultado. Los resultados fueron significativos. Los niños con TEA, independientemente de si tenían TDAH o no, mostraron un rendimiento CAMI significativamente peor que los niños neurotípicos. En cambio, los niños que solo tenían TDAH mostraron un rendimiento CAMI similar al de los niños neurotípicos.

Pero también se podía hacer un cribado dentro de los pacientes que apuntaban a tener TEA, ya que un peor rendimiento en CAMI se asoció con mayores rasgos de autismo (medidos por el ADOS-2), específicamente en afecto social y comportamiento restringidos y repetitivos. Sin embargo, el rendimiento no se asocian con los rasgos de TDAH ni con la capacidad motora general, por lo que nos da una pista para poder afinar mucho más en el diagnóstico. 

Los autores concluyen que este método CAMI, que es de bajo coste y escalable , distingue específicamente el TEA no solo del desarrollo neurotípico, sino también del TDAH. Aunque actualmente es una herramienta de investigación, los hallazgos sientan las bases para establecer CAMI  como una prueba definitiva para poder ver si un niño tiene autismo o no. 

Imágenes | Alireza Attari Sam Pak

En Xataka | Hemos descubierto un mecanismo genético para explicar hasta el 80% de los casos de autismo. Gracias a unos científicos españoles

(function() {
window._JS_MODULES = window._JS_MODULES || {};
var headElement = document.getElementsByTagName(‘head’)[0];
if (_JS_MODULES.instagram) {
var instagramScript = document.createElement(‘script’);
instagramScript.src = ‘https://platform.instagram.com/en_US/embeds.js’;
instagramScript.async = true;
instagramScript.defer = true;
headElement.appendChild(instagramScript);
}
})();


La noticia

Parecía un juego de imitar movimientos. En realidad estaba diagnosticando el autismo mejor que muchos tests clínicos

fue publicada originalmente en

Xataka

por
José A. Lizana

.

Related Articles