Publicado: octubre 24, 2025, 3:23 am
Donald Trump no está contento con España o, mejor dicho, con el Gobierno de Pedro Sánchez, que es en definitiva el que ha decidido echarle un pulso a la OTAN al ser el único socio que se resiste a subir el gasto en defensa hasta el 5% del PIB. Todos los aliados acordaron en la pasada cumbre de La Haya alcanzar ese objetivo de gasto en 2035, pero Sánchez se desmarcó del compromiso negociando una excepción con el secretario general de la Alianza, Mark Rutte.
Sánchez convenció a Rutte de que España puede cumplir con los objetivos de capacidad militar asignados gastando únicamente el 2,1% del PIB, pero ni siquiera el político holandés lo ve claro y este jueves ya ha dicho que le parece complicado. «España se ha comprometido a cumplir los objetivos de capacidad. Dice que puede hacerlo con un porcentaje inferior y yo le he dicho que no puede. Pronto sabremos quién está en lo correcto», ha declarado.
Quien tiene clarísimo que Sánchez no puede cumplir es Trump. El republicano ya estaba molesto porque España siempre ha sido uno de los socios que menos ha gastado en defensa (en proporción a su PIB) y la excepción pactada en La Haya ha terminado de irritarle. Desde entonces, tiene entre ceja y ceja al presidente español, a quien no ha dejado de presionar para que aumente el gasto, mediante advertencias e, incluso, amenazas directas:
«España es una nación de los BRICS»
Trump ya hizo público su malestar con España el primer día que se sentó en el despacho oval tras su toma de posesión, el pasado 21 de enero. Al preguntarle por aquellos países de la OTAN que gastaban poco en defensa, el recién investido presidente hizo referencia expresa a España de forma irónica al meterla en el saco de los BRICS, el foro de países emergentes que lideran Rusia y China. «España es una nación de los BRICS. ¿Sabes qué es una nación BRICS? Pronto lo descubrirás», insistió Trump al periodista que trató de corregirle.
«Le haremos pagar el doble»
La ruptura del consenso en la cumbre de La Haya, celebrada a finales de junio, provocó la primera amenaza directa de Trump, quien advirtió a España con obligarle a «pagar el doble» en los acuerdos comerciales que estaba negociando con la UE. Trump calificó de «terrible» la resistencia de Sánchez a elevar el gasto y le avisó de que tendría consecuencias. «Es el único país que dice que no va a pagar, es terrible e injusto. Su economía va bien, pero no quieren pagar. Estamos negociando con España un acuerdo comercial. Les vamos a hacer pagar el doble», dijo Trump, aunque su amenaza ha tenido poco recorrido, ya que España no negocia directamente con Estados Unidos sobre comercio, sino que lo hace la Comisión Europea para todo el bloque comunitario.
«Habrá graves consecuencias»
A finales de agosto, la OTAN constató que España había superado por primera vez el umbral del 2% del PIB en gasto en defensa, pero a Trump le pareció insuficiente y su administración mantuvo el discurso coercitivo. Manifestó que había que «hacer más» e insistió en el objetivo del 5%: «Si España o cualquier otro aliado se niega a cumplir sus compromisos, habrá graves consecuencias».
«Deberían expulsarlos de la OTAN»
La amenaza de expulsión de la OTAN llegó el pasado 9 de octubre. En una reunión en la Casa Blanca con el presidente finlandés Alexander Stubb, Trump afirmó que los líderes europeos deben «convencer» a España para que aumente el gasto. «Tendrán que empezar a hablar con España. Tienen que llamarlos y averiguar por qué se están quedando atrás», dijo, antes de sugerir la expulsión: «No tienen excusa para no hacerlo, pero no pasa nada. Quizá deberían expulsarlos de la OTAN, francamente». En todo caso, el Tratado de Washington no contempla ninguna cláusula para expulsar a un socio en contra de su voluntad.
«¿Estáis trabajando en eso del PIB?»
Trump no se olvidó de Sánchez ni siquiera en la cumbre de paz de Sharm el Sheik, donde el pasado 13 de octubre se firmó el alto el fuego entre Israel y Hamás en presencia de un amplio elenco de líderes internacionales. Tras la firma, Trump dedicó palabras amables a todos los asistentes en un ambiente distendido, entre bromas y chascarrillos. Cuando le llegó el turno a Sánchez, el norteamericano mantuvo el tono cordial, aunque se acordó del gasto en defensa. «¿Ya estáis trabajando en eso del PIB? Ya llegaremos a eso, pero estáis haciendo un trabajo fantástico», dijo ante la sonrisa un tanto incómoda del presidente español.
«Castigarlos comercialmente con aranceles»
Al día siguiente del encuentro en Egipto, Trump volvió a elevar el tono y amenazó con imponerle a España aranceles específicos. «Estoy muy descontento con España. Es el único país que no aumentó su cifra al 5%. No estoy contento con España. Estaba pensando en castigarlos comercialmente con aranceles por lo que hicieron, y creo que podría hacerlo», afirmó ante los periodistas en la Casa Blanca. «A España le va muy bien a costa nuestra, así que no estoy contento. Es una falta de respeto hacia la OTAN, así que yo creo que habría que castigarles», insistió.
«El problema se podría resolver muy fácilmente»
El presidente estadounidense cargó de nuevo este miércoles contra España tras reunirse con Rutte y en una intervención conjunta. «Creo que tendrás que hablar con España porque no está jugando en equipo», le dijo al máximo responsable de la Alianza Atlántica. «Salvo España, todos están comprometidos al 100%. Creo que el problema con España se podría resolver muy fácilmente», declaró Trump, en presencia de un Rutte, que también expresó sus dudas respecto a que España pueda cumplir con sus compromisos gastando únicamente el 2,1% del PIB.
