Publicado: junio 16, 2025, 6:23 am
En general, la fruta fresca es uno de los alimentos más recomendados por los expertos en nutrición, más aún cuando en España disponemos de una amplia variedad de frutas y verduras de calidad y de temporada. El denominado oro rojo es una fruta de color rojo intenso y vibrante, tamaño pequeño y una gran cantidad de nutrientes en su interior.
Hablamos de las cerezas, que atesoran beneficios para el organismo como pocas frutas lo hacen: propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, calmantes de los dolores musculares, potenciadoras del buen descanso y el sueño reparador gracias a su melatonina… las vitaminas y minerales de las cerezas las convierten en el fruto por excelencia que da la bienvenida al verano.
Cerezas: aliadas del bienestar
A pesar de que cada fruto tiene sus beneficios para la salud, estas bayas rojas redondas y apetecibles se llevan la palma en cuanto al aporte de nutrientes se refiere. Las cerezas son fuente de vitamina C y potasio, de acción antioxidante la primera, fortalecedora del sistema inmunitario, facilitadora de la correcta absorción del hierro y aliada de la producción de colágeno.
El potasio, por su parte, es un mineral esencial que trabaja a nivel del mantenimiento de la presión arterial, facilitando el buen funcionamiento de los músculos, así como regulador del sistema nervioso. Ahora que están de plena temporada, las cerezas se convierten en la fruta por excelencia dentro de una dieta variada y equilibrada como es la mediterránea.
Poder antioxidante y antiinflamatorio de estas bayas rojas
Las cerezas, además, son muy ricas en compuestos bioactivos como pueden ser los flavonoides, con gran cantidad de aporte antioxidante (contra el envejecimiento celular gracias a las atocianinas, responsables de su color rojo) y antiinflamatorio (enemigo de uno de los grandes males del siglo XXI, la inflamación).
Con más de 2000 variedades posibles en el mercado mundial, este fruto es especialmente depurativo del organismo, al contribuir a la eliminación de las toxinas acumuladas. Además, contiene mucha fibra y está compuesto en un 85 por ciento de agua, por lo que resultan muy hidratantes.
Gracias a la fibra ayudan a mejorar el tránsito intestinal, eliminan la sensación de hinchazón y aligeran el sistema digestivo con los ácidos orgánicos que contienen. En cuanto a los minerales, destaca en las cerezas el calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio (del que ya hemos hablado), sodio, yodo y zinc.
Cerezas anti-cáncer y aliadas del control de peso
Además de sus innumerables beneficios para la tensión arterial y la digestión, las cerezas podrían prevenir ciertos tipos de cáncer, debido a su prevención de la inflamación del organismo, considerada por los expertos la antesala del desarrollo de gran número de tumores.
Además, se trata de una fruta fresca con poquísimas calorías. Por cada cien gramos de producto, las calorías giran en torno a 50, lo que las hace perfectas para picar entre horas y evitar los snacks. Su poder saciante gracias al agua que contienen, contribuye a que, con pocas unidades, tengamos suficiente.
Si bien es cierto que la fructosa está presente en las cerezas, su poder depurativo contra la retención de líquidos, la hinchazón estomacal, las toxinas… y su aporte de fibra y agua de poder saciante las convierten en perfectas para adelgazar (si el resto de la dieta y el ejercicio acompañan, claro está).
