Publicado: junio 16, 2025, 1:05 pm
El estreno de la nueva versión de Lilo & Stitch, causó un impacto positivo en la audiencia, tanto de las generaciones que vieron la primera versión durante su infancia o adolescencia como para las nuevas generaciones. Este fenómeno se le conoce como la industria de la nostalgia, de acuerdo con Deloitte.
Es decir, la nostalgia vista desde el enfoque de marketing emocional, se activa cuando una persona ve o escucha algo que relaciona con alguna etapa significativa, y el cerebro recuerda sensaciones y emociones.
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La nostalgia comprueba tu identidad, como en la música, porque representan una carga emocionalmente fuerte y con eso puedes hacer propuestas de marketing que son atractivas, porque activan las áreas del cerebro que fueron muy positivas en su momento”, comenta Román Esqueda, director de Synapsen.
En general, las compras causadas por la nostalgia no son de primera necesidad, pero la emoción por tenerlas es una propuesta tentadora para el consumidor. En el caso de México, los compradores destinan en promedio 1,000 pesos a compras de “despilfarro”, de acuerdo con el Tablero del consumidor de Deloitte.
Marcas deben evitar estancarse en el pasado
Aunque se ha mostrado buena aceptación por revivir ciertos productos, películas o aquello que causó popularidad hace años, los negocios pueden sumarse a las tendencias, pero Román Esqueda explica que usar esta estrategia en exceso puede causar un impacto negativo en los consumidores.
De manera que, al usar demasiado la nostalgia, se pierde la significación, los productos pierden el valor emocional, aunado a que, si los negocios se suman demasiado tarde a la tendencia, pierde efectividad.
¿Qué productos funcionan más para esta estrategia?
De acuerdo con los mexicanos que destinan compras que tienen un impacto más emocional y realmente no son necesarias, el 37% menciona que su última compra de este tipo ha sido en ropa y accesorios, mientras que 24% en alimentos y bebidas, de acuerdo con Deloitte.
En el caso de los alimentos y bebidas, el efecto nostálgico está presente en muchos restaurantes y negocios de este mismo sector, es decir, los consumidores buscan alimentos caseros, que les recuerdan al sazón de casa o de algún familiar, como las madres y las abuelas.
“Los platillos están cargados de nostalgia, de esa parte emocional super fuerte, porque, ¿quién nos daba de comer?, típicamente nuestra mamá o nuestra abuelita”.
Pero, también la ropa es un símbolo de nostalgia, mismos que se ven con las tendencias que fueron populares décadas atrás y han vuelto, por lo que las marcas pueden hacer el uso del pasado para ampliar las ventas y a su vez, generar el sentido de pertenencia.
Usa la nostalgia a tu favor
La ventaja de usar esta estrategia de mercado al invocar al pasado, es que se puede adaptar a varios negocios y segmentos, porque las personas buscan reafirmar su identidad y recordar quienes son y de dónde vienen, explica Deloitte.
Román Esqueda aconseja que antes de sumarse a una tendencia nostálgica, primero hay que analizar al cliente, conocer parte de su pasado y que novedades pudieron haber marcado su vida.
Es decir, si los clientes son millennials (personas nacidas entre 1981 y 1996), su pasado está marcado por las tendencias de los 90’s e inicios de los 2000.
Aunado a que los negocios que realicen estrategias de marketing emocional en torno a la nostalgia deben anticiparse y ser creativos, como sacar ediciones limitadas de alguna película o serie animada.