Publicado: agosto 28, 2025, 4:23 pm
La revisión cuantitativa más exhaustiva de las investigaciones sobre tratamientos complementarios y alternativos para el autismo no ha encontrado pruebas sólidas que respalden su uso, y se ha comprobado que la seguridad de estos tratamientos rara vez se ha evaluado.
Un nuevo estudio de la Universidad Paris Nanterre (Francia), la Universidad Paris Cité (Francia) y la Universidad de Southampton (Reino Unido), publicado en Nature Human Behaviour, evaluó 248 metaanálisis, incluidos 200 ensayos clínicos en los que participaron más de 10.000 personas.
Los investigadores estudiaron la eficacia y la seguridad de las medicinas complementarias, alternativas e integrativas (CAIM) para tratar el autismo. Analizaron 19 tipos de tratamiento, entre los que se incluyen intervenciones asistidas con animales, acupuntura, fitoterapia, musicoterapia, probióticos y vitamina D.
El equipo también creó una plataforma en línea para facilitar el acceso a las pruebas que generaron sobre diferentes CAIM. Las personas autistas pueden tener dificultades para comunicarse, comprender cómo piensan o sienten los demás, sentirse abrumadas por la información sensorial, ponerse nerviosas en entornos desconocidos y realizar comportamientos repetitivos.
Todo ello puede interferir en su calidad de vida, y hasta un 90% afirma haber utilizado CAIM al menos una vez en su vida. «Muchos padres de niños autistas, así como adultos autistas, recurren a medicinas complementarias y alternativas con la esperanza de que puedan ayudar sin efectos secundarios no deseados«, ha afirmado el profesor Richard Delorme, jefe de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Hospital Robert Debré de París.
«Sin embargo, es necesario considerar cuidadosamente las pruebas de ensayos aleatorios rigurosos antes de concluir que estos tratamientos deben probarse», ha apuntado. Los investigadores llevaron a cabo una revisión global, un tipo de estudio que reúne las pruebas para ofrecer un resumen general de la situación.
«De mala calidad»
El doctor Corentin Gosling, profesor asociado de la Universidad Paris Nanterre y primer autor del estudio, señala que en lugar de analizar ensayos individuales, han revisado todos los metaanálisis disponibles. Esto les permitió evaluar el conjunto completo de pruebas de diferentes tratamientos.
«Es importante destacar que también hemos desarrollado una plataforma en línea gratuita y fácil de usar, que seguiremos probando. En última instancia, esperamos que esta herramienta ayude a las personas autistas y a los profesionales a elegir juntos el mejor tratamiento», ha agregado.
Los investigadores subrayan que, aunque algunos tratamientos mostraron potencial, la mayoría de los estudios se basaban en pruebas «débiles o de mala calidad«, por lo que los efectos no son fiables. Así, consideran que es «preocupante» que faltaran evaluaciones de seguridad para la mayoría de los tratamientos, ya que menos de la mitad de los CAIM habían sido evaluados en cuanto a su aceptabilidad, tolerabilidad o efectos adversos.
Por su parte, Samuele Cortese, profesor investigador del NIHR en la Universidad de Southampton y coautor principal, concluye que este estudio demuestra que, «cuando las personas quieren saber si un tratamiento es eficaz, no deben basarse únicamente en un único estudio. Es fundamental tener en cuenta todas las pruebas disponibles y su calidad. Sacar conclusiones a partir de un estudio de baja calidad puede ser engañoso«.