Publicado: octubre 9, 2025, 9:24 pm
La nueva versión del generador de vídeos con inteligencia artificial de OpenAI se hizo oficial a finales de septiembre y, pese a que disponibilidad está limitada a ciertos países —como Estados Unidos y Canadá, Internet se ha llenado de vídeos generados por Sora 2, aunque algunos de ellos cruzan la barrera del ámbito legal porque difunden información falsa o vulneran los derechos de autor.
En el caso de los vídeos falsos, hace una semana, llamó la atención un clip en el que aparecía Sam Altman robando en una tienda de electrónica, no obstante, el desarrollador de Sora Gabriel Petersson aclaró que se trataba de una prueba. Mientras que, en la situación de la vulneración de los derechos de autor, recientemente, se ha dado a conocer la advertencia pública de Nintendo ante el uso no autorizado de Super Mario o Pikachu en los vídeos creados por Sora.
La compañía japonesa afirma en su perfil de la red social X (antes Twitter) que, independientemente de si la IA generativa está involucrada o no, seguirán tomando las medidas necesarias contra la infracción de sus derechos de propiedad intelectual frente a este tipo de contenidos. Además, añade que «no ha tenido contacto con el gobierno japonés en relación con la inteligencia artificial generativa».
Cabe mencionar que la llegada de Sora 2 ha puesto de nuevo sobre la mesa el uso que los usuarios hacen de personajes de ficción protegidos, lo que ha llevado a OpenAI a anunciar cambios en la política de derechos de autor.
¿El motivo? Tanto Super Mario como Pikachu estaban protagonizando varios vídeos creados por Sora 2, concretamente, en situaciones donde no siempre seguían el ejemplo de su videojuego o serie de base. Por lo tanto, para evitar los posibles problemas legales relacionados con los derechos de autor, la compañía de Sam Altman se ha visto obligada a modificar la política de derechos de autor para dar a los titulares de estos derechos «un control más detallado sobre la generación de personajes».
Así lo afirma Altman en su blog personal, donde agrega que «muchos titulares de derechos están entusiasmados con este nuevo tipo de ‘ficción fan interactiva’ y creen que les aportará mucho valor, pero desean poder especificar cómo se pueden usar sus personajes (o incluso no usarlos en absoluto)».
