Publicado: octubre 12, 2025, 5:27 pm
El Sporting de Gijón consiguió vencer por la mÃnima (2-1) al Racing de Santander en un duelo de alta tensión en el que los rojiblancos volvieron a la senda del triunfo tras cinco derrotas consecutivas, iniciando de la mejor manera la etapa de Borja Jiménez en el banquillo rojiblanco, pero en el que la polémica fue la protagonista por una extraña concatenación de sucesos en los últimos compases.
El partido comenzó de forma positiva para los locales, que fueron los protagonistas con balón en los primeros minutos hasta que su insistencia se tradujo en el primer tanto del partido, obra de Dubasin a centro de Guille Rosas desde el costado diestro, al primer cuarto de hora de juego.
Aumentó las distancias el cuadro asturiano en la segunda parte gracias a Pablo Vázquez, pero recortaron los cántabros en el 75′ por medio de un córner que cabeceó al fondo de la red Yeremy desde la frontal del área pequeña.
El Racing se lanzó a por todas, buscando las tablas en los últimos minutos. En la última jugada del descuento, los montañeses, de nuevo en una jugada a balón parado, pero que en esta ocasión fue rechazada por la zaga sportinguista, lo lograron. El cuero cayó en las botas de Mario GarcÃa, que enganchó un zapatazo muy lejano directo a la red.
Pero justo antes de que el santanderino conectase con el esférico, el colegiado se llevó el silbato a los labios para dar por finalizado el choque, desatando la ira del cuadro visitante. Marco Sangalli fue inmediatamente expulsado tras dirigirse al árbitro protestando ostensiblemente, y las tensiones calentaron el terreno de juego.
El incidente recuerda a otras instancias recientes y similares en el fútbol español, como el gol de Jude Bellingham en Mestalla que tal malestar causó en el Real Madrid en 2024, o el golazo de Escudero al Sevilla en 2023, un momento crucial para comprender el eventual descenso del Real Valladolid.
