Publicado: diciembre 21, 2025, 7:36 am
El argentino Matías Almeyda, entrenador del Sevilla, quien fue expulsado al descanso cuando ya tenía una tarjeta amarilla de la primera mitad, se mostró muy crítico y contundente contra la decisión del árbitro en la rueda de prensa posterior a la derrota contra el Real Madrid (2-0).
«Con respecto al árbitro, es muy simple. Tienen micrófonos. Cada partido que jugamos, los entrenadores reclamamos. El reclamo, cuando es con respeto, es válido para mí. Este señor me dijo que estaba cansado de que yo le dijera lo del respeto. Me expulsó porque reclamé una falta en el primer tiempo. Me gustaría que escuchen los audios. Yo no soy ningún payaso de ningún circo, tengo mi historia en el fútbol y tengo historia como hombre», comenzó.
«Los hombres dialogan y la falta de humildad como la que tuvo este señor hoy supera lo que puede ser un diálogo cordial o no… Estamos haciendo del deporte algo que es autoritarismo. Me duele mucho tener que decirlo porque ya dije que no voy a hablar de esto… pero, si no, queda que me expulsaron porque insulte o dije algo. En algún momento van a tener que suspender un árbitro porque dirigen mal», prosiguió.
«En ningún momento he visto que señalasen dos penaltis en dos minutos. ¿Había apuro? No digo que el Real Madrid fuera beneficiado por eso, que quede claro. El Real Madrid ganó. Estoy en contra del arbitraje de este partido. Estamos en un mundo que falta al respeto. Si dentro de esos micrófonos que tienen los árbitros y todos pueden escuchar, si hay una falta de respeto mío o una falta de educación, que la expongan. Tengo valores. Y no me regalo con nadie. El árbitro tiene que tener hijos y le pueden decir lo que hace mal», completó en su primera respuesta.
Un Matías Almeyda que continuó con su crítica hacia los árbitros, liderados este sábado por Alejandro Muñiz (Comité Gallego), a la vez que apuntó que él no va a cambiar su forma de ser porque «el que calla es un traidor» y él no se considera un «traidor».
«Nos hicieron charlas los árbitros al comienzo de la Liga. Y soy participe de que haya diálogo entre todos. Con respeto. Todos somos partes del mismo juego; vivimos gracias al fútbol. Se tiene que poder dialogar. No se puede amonestar por amonestar; no es gratis. Y nos duele. Si hay un insulto de mi banca digo que sea juzgado, pero yo no insulto; diálogo y reclamo», dijo.
«¿Cómo no voy a reclamar una falta si me hierve sangre? Tiene que haber un punto medio y no expulsar por expulsar. Es ridículo lo de hoy. Me da hasta vergüenza tener que decirlo. Pero no va a cambiar nada porque soy entrenador del Sevilla. Aprendí una cosa en la vida: entre el que calla y el que habla con respeto; me voy a quedar con el que habla. El que calla es un traidor y yo traidor no soy», añadió.
«Hay testigos. Aprendí algo, siempre hay que tener testigos en la vida. Mañana cumplo 52 años. He caminado bastante. No voy a hacer ningún descargo, esto queda en la conciencia. Yo duermo tranquilo y con eso me vale en la vida», completó en su crítica al arbitraje.
