Publicado: mayo 27, 2025, 7:24 am
En la Inglaterra victoriana la ciencia y la industria vivían una auténtica revolución. El carbón, el vapor y la química estaban transformando la vida cotidiana, pero aún había retos por resolver. Uno de ellos era la malaria , una enfermedad devastadora para los europeos que viajaban a las colonias. El único remedio eficaz en aquellos momentos era la quinina, extraída de la corteza de un árbol sudamericano, pero su obtención era cara y complicada. En este contexto un joven británico de apenas dieciocho años -William Henry Perkin- se propuso un objetivo ambicioso: sintetizar quinina en el laboratorio y, de paso, hacerse rico y famoso. Perkin, hijo de un carpintero y educado en colegios privados, era un apasionado de la química… Ver Más