Publicado: agosto 16, 2025, 4:00 pm
El mismo día que cumplía los 16 años, Isabel II, apodada como ‘La reina de los tristes destinos’ o ‘La reina castiza’, se dio el ‘sí, quiero’ con Francisco de Asís de Borbón, primo carnal suyo por partida doble. El padre De Francisco de Asís era Francisco de Paula de Borbón, hermano de Fernando VII, padre de ella. La madre era Luisa Carlota de Borbón-Dos Sicilias, hermana de María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, también madre de Isabel II.
Ninguno de los dos quería ese matrimonio, e incluso la primera reacción de Isabel II fue negarse y amenazar con meterse a monja. «Con Paquita no», decía la monarca, pues Francisco de Asís era un reconocido homosexual.
A ellos no les quedó otra que aceptar ese enlace, idea del rey de Francia Luis Felipe. El monarca francés logró que la boda entre Isabel II y Francisco de Asís se celebrase el mismo día que la de su hijo, el duque de Montpensier, con la hermana pequeña de la reina española. Su idea era que su hijo terminase destronando a Isabel II al no poder engendrar hijos legítimos a la Corona junto a Francisco. La doble ceremonia se celebró en la capilla del Palacio Real el 10 de octubre de 1846.
Luis Felipe pensó que los problemas maritales de los monarcas españoles eran tan evidentes que un hijo vástago llegaría a la familia real española antes o después, pero lo cierto es que, a pesar de que el matrimonio nunca se consumó, la reina tuvo doce hijos, de los cuales solo cinco superaron la niñez. Francisco de Asís aceptó a los amantes de su mujer toda la vida, mientras él mantenía una relación sentimental con Antonio Ramón Meneses.
A lo largo de su reinado, Isabel II coleccionó una larga lista de amantes, entre ellos el capitán José María Ruiz de Arana, con el que la reina dio a luz a la infanta Isabel. Según recoge José María Solé en su libro Los reyes infieles, el pueblo madrileño bautizó a la niña como la Araneja, en alusión a la célebre Beltraneja, supuesta bastarda de Enrique IV de Castilla. En el mismo libro, su autor desvela que Enrique Puigmoltó, un joven y arrogante militar del Cuerpo de Ingenieros, fue el padre secreto de Alfonso XII, otro de los hijos ilegítimos de Isabel.
Francisco de Asís aceptó toda su vida con naturalidad que su mujer tuviese otros amantes aunque, a cambio, pedía millones de reales por reconocer como propios los hijos ilegítimos que concibió la reina. Cada vez que se presentaba un nuevo miembro en la línea sucesoria, el monarca exigía al gobierno y a la corte una elevada suma de dinero que Isabel II terminaba pagando a regañadientes. Aun así, el hecho de que no se consumara el matrimonio permitió inyectar sangre nueva a la familia real española, evitando así problemas de consanguinidad que podrían haber surgido de haberlos tenido con su marido y primo carnal.
