Publicado: mayo 13, 2025, 12:23 pm
La inteligencia europea calcula que Rusia podría atacar un país perteneciente a la OTAN antes de 2030. No son ajenos a esta posibilidad los países más cercanos a la nación presidida por Vladímir Putin, que llevan años alertando a la población sobre una hipotética invasión e instruyéndola para que esté preparada.
Uno de esos países es Finlandia, que, precisamente, ingresó en la OTAN en el año 2023 (tras la invasión de Ucrania) ante el temor de que Putin pudiese dirigir sus tropas hacia su territorio, un temor plenamente fundado: según recogen varias imágenes satelitales, en los últimos meses Rusia ha aumentado su concentración militar en su frontera con Finlandia de manera notoria.
En Kamenka, a solo 60 kilómetros de territorio finlandés, se han levantado más de 130 tiendas militares desde febrero de 2025. La zona, que en 2022 no estaba urbanizada, parece ahora capaz de albergar hasta 2.000 soldados, según la cadena sueca SVT.
En la emisora nórdica, el analista militar Emil Kastehelmi ha descrito los cambios como señales de una «creciente actividad» y una implementación retrasada de las medidas prometidas por Rusia tras la expansión de la OTAN.
Por otro lado, en Petrozavodsk, a unos 175 kilómetros de la frontera, se han construido tres grandes almacenes, cada uno con capacidad para unos 50 vehículos blindados, y una cuarta instalación está en construcción desde abril de 2025.
Asimismo, al norte del Círculo Polar Ártico, Severomorsk-2, una base aérea anteriormente en desuso, está siendo renovada. De hecho, varias imágenes satelitales muestran varios helicópteros estacionados en la base.
También en la base aérea de Olenya se ha observado más actividad en los últimos meses, y es desde allí, según SVT, desde donde operan bombarderos estratégicos rusos. De hecho, fuentes ucranianas citadas por la cadena aseguran que algunos bombarderos que vuelan desde Olenya se han utilizado en ataques contra objetivos en Ucrania.
Recientemente, el jefe de Defensa de Suecia, Michael Claesson, señaló que los acontecimientos parecen confirmar las «medidas técnico-militares» que Rusia prometió adoptar en respuesta a la ampliación de la OTAN. Suecia fue el último Estado en adherirse a la Alianza, en marzo de 2024.
