Publicado: abril 26, 2025, 6:23 am
Los focos enfocarán este fin de semana el funeral por Francisco I, con asistencia de líderes de todo el mundo, de los Reyes de España, Trump y Zelenski a Starmer o Milei, que lo llamó ‘anticristo’. Y con la ausencia incomprensible y criticada de Pedro Sánchez. A Francisco le gustaba más ser considerado como obispo de Roma que como jefe de Estado del Vaticano, pero también lo era. Los papas del siglo XXI han sido mediáticos y sus liderazgos, globales y con implicaciones políticas. Y las exequias de Francisco reunirán a los dirigentes de los países más importantes e incluso se espera que haya encuentros sobre asuntos tan candentes como la guerra de Ucrania o los aranceles.
Así que todavía no se ha celebrado, pero es inevitable que se escudriñe el funeral y su protocolo, y también que periodistas y vaticanólogos pasen página y hagan quinielas sobre el próximo Papa. El que será el 267 en el trono de San Pedro estará en las exequias de este sábado, y puede, o no, estar en las listas de ‘papables’. La elección del cardenal Bergoglio causó una gran sorpresa, pero había quedado ya segundo en el cónclave que hizo Papa a Benedicto XVI. Este, como cardenal Ratzinger, y cuando cumplió 75 años, había pedido a Juan Pablo II que lo relevara de su cargo al frente de la Congregación de la Fe. En lugar de ir al retiro con el que soñaba, el teólogo alemán se encontró con la responsabilidad de guiar a más de mil millones de fieles católicos.
Los dos pontífices del siglo XXI, con su estilo totalmente distinto, han dejado huella. Benedicto XVI, con su impulso a la investigación sobre la pederastia en la Iglesia y con su renuncia, que abrió la puerta a la llegada del primer papa jesuita, del primero americano. Del primero al que oímos hablar en español. La izquierda sintonizó con él, pero su condena del capitalismo salvaje la anticiparon los papas de la doctrina social de la Iglesia y el anticomunista Juan Pablo II.
En quince días sabremos el nombre del tercer Papa del siglo XXI. El mensaje y los viajes de Francisco le llevaron a lo que él llamaba las ‘periferias’. Es poco probable, y también indeseable, que haya un viraje abrupto. En días se disiparán las dudas, pero todo apunta a que el viaje continuará por el camino marcado.