Publicado: julio 10, 2025, 6:23 pm
Los mosquitos son uno de los incordios del verano. Proliferan a causa de las altas temperaturas y a las lluvias que se han producido durante la primavera. Aparecen más en ambientes húmedos y cálidos, por lo que en las zonas costeras o montañosas del interior aumenta el riesgo de picaduras.
Son ellas las que nos pican, las «mosquitas». Las hembras necesitan las proteínas de nuestra sangre para completar la maduración de sus huevos. La mayoría de especies de mosquitos prefieren la sangre humana, dado que nuestra piel es muy fina y les resulta más sencillo llegar a las venas.
Para extraer la sangre cuentan en su saliva con un anticoagulante que introducen en nuestro torrente sanguíneo al picarnos. Así, bloquean la acción de las plaquetas. Pero como el sistema inmunitario reconoce esa sustancia como algo ajeno y la ataca, lo que provoca la inflamación de la zona y la picazón.
En España, los mosquitos más habituales son el trompetero (Culex pipiens) y el tigre (Aedes albopictus). Desde 2004, el mosquito tigre se ha extendido significativamente por Cataluña, la cuenca del Ebro, el área mediterránea y hasta por las provincias de Granada y Málaga. Originario del sudeste asiático, es capaz de transmitir diversos patógenos que afectan a los seres humanos, entre ellos el virus del dengue.
Cómo evitar a las «mosquitas»
Existen algunos tratamientos preventivos como los repelentes, sustancias que se aplican en las zonas de piel expuestas o en las prendas de vestir para alejar a los mosquitos. Dado que son parte del verano, mejor será saber cómo evitar las picaduras de esas «mosquitas«.
De entrada, si podemos, hay que evitar las áreas donde los insectos tienen sus nidos o adonde acuden: cubos de basura, balsas con agua, comidas y dulces sin tapar y jardines en flor. En esa línea, deberíamos intentar no salir entre el anochecer y el amanecer, ya que es el momento en el que los mosquitos pican habitualmente. Pero, es verdad, en verano y vacaciones, a esas horas se está muy en el exterior.
No hay que utilizar colonias que desprendan olores dulces, ni jabones con perfumes o aerosoles para el pelo, ya que atraen a los insectos. De igual modo, debemos mantener una correcta higiene corporal porque también la sudoración y los olores fuertes invitan a estos insectos a picarnos.
La ropa, pues mejor usar la que cubra la piel: manga larga, pantalones largos y calcetines, así como evitar los colores oscuros y brillantes, que atraen a los mosquitos. Si hemos tendido la ropa en el exterior, hay que sacudirla antes de usarla.
Defender el dormitorio
De vuelta en casa, dejar la luz apagada si tenemos la ventana abierta, ya que atrae a los mosquitos. Podemos emplear mosquiteras para la cama fijándolas bajo el colchón y asegurándonos de que no estén rotas, porque constituyen una barrera física de alta eficacia contra los insectos que atacan por la noche. También pueden colocarse en ventanas y puertas, y, para mejorar la protección, pueden impregnarse con permetrina o deltametrina. El aire acondicionado también impide su aparición.
A la hora de usar los repelentes de mosquitos, seguir estrictamente las recomendaciones sobre el modo de aplicación y la frecuencia de empleo. Nunca está de mas consultar al farmacéutico sobre el tratamiento más adecuado.