Publicado: septiembre 26, 2025, 3:23 am
Meta ha dado un paso más en su estrategia de protección a menores en redes sociales. La compañía acaba de anunciar que las cuentas de adolescente se amplían a Facebook y Messenger en España y en el resto de la Unión Europea, después de estrenarse hace un año en Instagram, donde ya están activadas para cientos de millones de usuarios jóvenes en todo el mundo.
Estas cuentas ofrecen funciones integradas que buscan responder a las principales preocupaciones de padres y madres: limitar con quién pueden hablar sus hijos, controlar el tipo de contenido que ven y ayudarles a gestionar mejor el tiempo que pasan en la aplicación.
El pasado mes de abril ya se filtró que diferentes protecciones para los adolescentes estaban en camino y hoy Meta materializa esas medidas.
Qué son las Cuentas de adolescente y cómo funcionan
Cuando un menor de 16 años abre una cuenta en Facebook, Instagram o Messenger, esta se convierte automáticamente en una cuenta de adolescente. Esto significa que la configuración por defecto se adapta para priorizar la privacidad y la seguridad: los perfiles son privados, las recomendaciones de cuentas desconocidas se reducen y los mensajes directos solo están disponibles para contactos aprobados.
Meta también ha incorporado funciones como recordatorios de tiempo en pantalla, modos silenciosos nocturnos y restricciones adicionales en el uso de la función Live o en la recepción de mensajes de extraños. El objetivo, según la compañía, es que los adolescentes sigan usando las redes sociales como espacio para relacionarse y descubrir intereses, pero dentro de un entorno más seguro.
El mensaje de Meta: tranquilidad para los padres
Adam Mosseri, director de Instagram, subraya que el propósito de esta medida es dar confianza a las familias: “Queremos que los padres se sientan tranquilos con el uso que sus hijos adolescentes hacen de las redes sociales. Sabemos que los adolescentes utilizan aplicaciones como Instagram para conectar con sus amigos y explorar sus intereses, y deben poder hacerlo sin preocuparse por experiencias inseguras o inapropiadas”.
Según Mosseri, desde el lanzamiento de las Cuentas de adolescente en Instagram hace un año, se han añadido más restricciones en los mensajes directos y mejoras en la detección de experiencias no adecuadas para la edad.
Qué opinan los padres
Para conocer cómo perciben las familias estas medidas, Meta encargó una encuesta a la consultora Ipsos en Estados Unidos. Los resultados son claros: el 94 % de los padres cree que las Cuentas de adolescente son útiles y un 85 % considera que les facilitan guiar a sus hijos hacia experiencias positivas en Instagram.
Meta, además, está impulsando campañas de sensibilización para dar a conocer estas herramientas y fomentar un uso responsable de la tecnología. En España colabora con creadoras de contenido y expertas en educación digital como Laura Cuesta, que participa en la campaña #SOSAdolescentech ofreciendo consejos a padres y madres para gestionar mejor el tiempo y las interacciones de los adolescentes en redes sociales.
El contexto europeo: hacia una edad digital uniforme
El anuncio se produce en paralelo al debate regulatorio en la Unión Europea sobre establecer una edad digital mínima uniforme. La propuesta, que cuenta con el respaldo de Meta, pretende fijar a partir de qué edad los adolescentes pueden acceder a servicios digitales, y exigir en muchos casos autorización parental para abrir una cuenta.
Este debate llega en un momento clave: la Comisión Europea ya investiga a plataformas como Instagram y TikTok por su impacto en la salud mental de los menores y por el cumplimiento de las normas de la Ley de Servicios Digitales (DSA).
La llegada de las cuentas de adolescente a Facebook y Messenger supone para las familias un nuevo conjunto de herramientas que les permite controlar de forma más sencilla la experiencia de sus hijos en las redes sociales más utilizadas.
La incógnita será comprobar hasta qué punto estas medidas logran un equilibrio entre seguridad y autonomía adolescente y si son suficientes para responder a las demandas cada vez más estrictas de reguladores, colegios y asociaciones de padres.