Publicado: octubre 24, 2025, 9:23 am
El océano alberga a algunos de los ingenieros más pequeños del planeta: el plancton calcificador. Estos diminutos organismos, aunque invisibles a simple vista, juegan un papel crucial en la regulación del clima de la Tierra al capturar y almacenar carbono. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista ‘ Science ‘ ha revelado que estos seres microscópicos están siendo ignorados en los modelos climáticos utilizados para predecir el futuro de nuestro planeta, lo que podría estar afectando seriamente nuestra capacidad para entender y enfrentar el cambio climático. Dirigido por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB), el estudio muestra cómo los cocolitóforos, los foraminíferos y los pterópodos, tres tipos principales de plancton calcificador, son cruciales para el ciclo global del carbono. Estos organismos construyen pequeñas conchas de carbonato cálcico (CaCO₃), que juegan un papel esencial en la absorción de carbono de la atmósfera y su almacenamiento en las profundidades del océano. Este proceso ayuda a moderar las concentraciones de gases de efecto invernadero, regulando indirectamente el clima global. Según Patrizia Ziveri, profesora en el ICTA-UAB y autora principal del estudio, «aunque las conchas del plancton son diminutas, juntas moldean la química de nuestros océanos y el clima de nuestro planeta». Sin embargo, al no ser tenidos en cuenta en los modelos climáticos actuales, estos organismos esenciales podrían estar siendo subestimados, lo que afectaría la precisión de las proyecciones sobre el cambio climático. Un papel olvidado en los modelos climáticos El estudio pone en evidencia que los modelos climáticos más utilizados, como el CMIP6, que sirven como base para las predicciones sobre el futuro del clima, han simplificado en exceso el papel del plancton calcificador. La razón es que, aunque estos organismos producen carbonato cálcico, gran parte de este material no llega al fondo marino. En lugar de eso, se disuelve en las capas superiores del océano, un proceso conocido como disolución somera, que altera significativamente la química del agua. Este fenómeno, impulsado por factores biológicos como la respiración microbiana y la depredación, aún no se refleja adecuadamente en los modelos actuales, lo que podría estar limitando nuestra comprensión de cómo el océano interactúa con la atmósfera y cómo responde al cambio climático. La diversidad del plancton y su importancia Los investigadores también subrayan la diversidad de estos organismos y su impacto en el clima. Los cocolitóforos, por ejemplo, son extremadamente sensibles a la acidificación del océano, ya que no pueden eliminar la acidez de sus células. Los foraminíferos y los pterópodos, por su parte, tienen mecanismos para adaptarse a la acidez, pero están expuestos a otros riesgos, como la pérdida de oxígeno o el aumento de la temperatura del agua. El destino del carbono en el océano depende en gran medida de estas pequeñas criaturas y de sus diferentes capacidades para enfrentar los desafíos del cambio climático. Ignorar esta diversidad en los modelos climáticos actuales podría ser un error fatal al tratar de prever cómo los océanos reaccionarán frente a los cambios ambientales. Un llamado urgente a la acción El estudio hace un llamado urgente a mejorar la forma en que se cuantifican y modelan estos procesos. Los investigadores proponen que los modelos climáticos incorporen dinámicas más específicas de producción, disolución y exportación del CaCO₃, teniendo en cuenta las diferencias entre los distintos grupos de plancton. De ser así, las proyecciones climáticas serían mucho más precisas y permitirían una mejor interpretación de los registros sedimentarios que usamos para reconstruir los climas del pasado. «Si ignoramos a los organismos más pequeños del océano, podríamos pasar por alto dinámicas climáticas muy importantes», advierte Ziveri. «Integrar el plancton calcificador en los modelos climáticos nos permitirá comprender mejor cómo podrían cambiar los ecosistemas marinos y terrestres, y cómo nuestras sociedades se verán afectadas por el cambio climático». Un futuro más preciso El estudio concluye que es esencial abordar estas lagunas de conocimiento para crear una nueva generación de modelos climáticos que reflejen de manera más precisa la complejidad biológica de los océanos. Al hacerlo, podríamos no solo mejorar nuestras predicciones sobre el clima, sino también desarrollar estrategias más efectivas para mitigar y adaptarnos a los impactos del cambio climático en todo el mundo.
