Publicado: mayo 5, 2025, 11:12 am
Se dice que la primera vez que la NASA mandó al espacio a una mujer astronauta, allá por los años ochenta, los técnicos de la misión le preguntaron a Sally Ride si 100 tampones eran «suficientes» para pasar una sola menstruación. En siguientes expediciones, hubo quien criticó la participación de mujeres en misiones de larga estancia ya que el uso de tampones y compresas genera grandes cantidades de residuos no reciclables en entornos donde la eficiencia lo es todo. Así fue como, posteriormente, se planteó suministrar tratamientos hormonales a las astronautas para interrumpir su ciclo menstrual durante sus viajes a gravedad cero. Pero esto, según reivindican las astronautas del proyecto Hypatia, no tiene porqué ser así. Las integrantes de la segunda expedición de este proyecto han viajado al campamento marciano de Utah, donde se simulan misiones espaciales, para reivindicar el uso de la copa menstrual en misiones espaciales.