Publicado: septiembre 29, 2025, 5:23 am
Donald Trump afirmó el pasado 22 de septiembre en la Casa Blanca que el paracetamol (acetaminofeno) durante el embarazo aumenta el riesgo de autismo en los hijos y defendió el uso de la leucovorina como tratamiento del trastorno. Habéis preguntado al respecto al chatbot de WhatsApp de Maldita.es (+34 644229319). Ninguna de estas afirmaciones tiene respaldo científico. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recuerda que el paracetamol sigue siendo el analgésico más seguro en embarazadas si se usa en la dosis mínima y bajo supervisión médica.
No hay ningún estudio que demuestre una relación causal entre el consumo de paracetamol en el embarazo y el riesgo de autismo. La evidencia más reciente, como un estudio de 2024 basado en 2,4 millones de nacimientos, no encontró relación entre la exposición prenatal al fármaco y el autismo, el TDAH o la discapacidad intelectual. «El paracetamol puede utilizarse para reducir el dolor o la fiebre durante el embarazo siempre que exista necesidad clínica», señalan desde la AEMPS.
Trump también aseguró que la FDA aprobará pronto la leucovorina como tratamiento para niños autistas. Aunque algunos ensayos pequeños apuntan a mejoras leves en ciertos síntomas, los expertos subrayan que son estudios de baja calidad y sin resultados consistentes. «La investigación en este ámbito es de mala calidad y no está al nivel para hacer recomendaciones», explicó al Science Media Centre Dawn Adams, catedrática de la Universidad de La Trobe. Además, especialistas advierten de que estas declaraciones refuerzan la idea equivocada de que el autismo es una condición con cura y aumentan el estigma, cuando lo que más ayuda son aulas inclusivas, entornos laborales adaptados y políticas basadas en investigaciones de calidad.
Otro de los argumentos difundidos por Trump fue que la prevalencia del autismo ha crecido en paralelo al uso del paracetamol. Circulan imágenes en redes que cifran este incremento en un 384% desde el año 2000. Sin embargo, el aumento de diagnósticos se debe principalmente a cambios de criterio en los manuales médicos, mayor concienciación social, mejor formación de profesionales y al infradiagnóstico en el pasado. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en 2000 uno de cada 150 niños estadounidenses de ocho años tenía un diagnóstico de autismo, frente a uno de cada 31 en 2022.
Trump también afirmó que en comunidades como los amish o en países como Cuba apenas existen casos de autismo por no disponer de paracetamol. La evidencia, sin embargo, no lo respalda. Un informe de 2010 de la Sociedad Internacional para la Investigación del Autismo indicó que uno de cada 271 niños amish tenía un diagnóstico, aunque las cifras pueden ser más bajas por infradiagnóstico, al igual que en Cuba. El Ministerio de Salud Pública cubano registraba en abril de 2025 unas 3.500 personas dentro del espectro autista, aunque reconoce que los datos oficiales subestiman la prevalencia real debido a fallos en los sistemas de diagnóstico y vigilancia. Además, en la isla, sí se comercializa paracetamol. El grupo BioCubaFarma señala que su disponibilidad fluctúa por la falta de materias primas, producto terminado y materiales.