La Vuelta, en jaque por las manifestaciones: los ciclistas piden seguridad, la organización da una 'solución', la UCI quiere 'neutralidad'... - Estados Unidos (ES)
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La Vuelta, en jaque por las manifestaciones: los ciclistas piden seguridad, la organización da una 'solución', la UCI quiere 'neutralidad'…

Publicado: septiembre 4, 2025, 3:00 am

Gritos, cánticos, banderas y, de pronto… empujones y pura tensión en la recta de meta instalada en Bilbao para el final de la undécima etapa. De nuevo las manifestaciones propalestinas volvieron a poner en jaque a La Vuelta a España, pero esta vez la línea se cruzó del todo: la organización canceló el recorrido a falta de tres kilómetros y los corredores, decepcionados ante la situación, se unieron en una sola voz para pedir seguridad y sentido común.

Ocurrió este miércoles, pero es tan solo el clímax de una sucesión de pequeñas protestas que ha afectado a la ronda española desde su arranque. El martes cayó un corredor al suelo empujado por un manifestante y un día después, tras dos retenciones más provocadas por espontáneos, llegó el desastre al final de la etapa.

El episodio ‘quedó saldado’ con 3 detenidos, 5 identificados y 4 agentes de la ertzaina lesionados, pero sin duda las consecuencias de lo ocurrido van más allá. El miedo no se irá del cuerpo de los corredores con el paso de las horas y bien quedó demostrado por las declaraciones ofrecidas por rostros muy visibles del pelotón.

Al principio, todo era decepción entre los hombres que habían pedaleado durante tanto para no pelear por nada. «Es difícil describir mi decepción. Sentí que hoy era mi día, es una pena», dijo el ciclista británico Tom Pidcock en términos muy similares a los que empleó el líder, Jonas Vingegaard.

«Hoy es el cumpleaños de mi hijo, tiene un año, y tenía muchas ganas de celebrarlo en la meta. Trabajamos todo el día para conseguirlo, y no tener la oportunidad de ganar es bastante decepcionante», se lamentó el líder de la general.

Eso sí, el paso de los minutos permitió conocer más de lo ocurrido a los corredores, que entonces se unieron en una misma voz para pedir cordura y seguridad. «Lo importante es que nadie tuvo problemas. Debe primar nuestra seguridad y que podamos seguir compitiendo», añadió Pidcock entonces. «Creo que la policía hizo el mejor trabajo posible», agradeció Pidcock.

Más de lleno entró en el asunto el corredor español Carlos Verona: «La mayoría de los que estamos aquí no venimos a hablar de política ni a meternos en esos temas, venimos a disfrutar del deporte, a dar el 100% y a intentar hacer este mundo un lugar mejor. Cuando hay cuestiones políticas de por medio esto no es siempre posible y que haya gente que proteste es normal», arguyó antes de pedir sensatez a la gente.

«Si la gente se quiere manifestar, está en su derecho. Que lo hagan de manera pacífica y sin comprometer la integridad de los que estamos aquí. Ayer hubo una caída, hoy se veían los disturbios… hay que evitar esto en el deporte y en la vida», pidió en el mensaje más conciliador posible.

No fueron los únicos, pero sí los más representativos de un pelotón atemorizado que mira ahora a la organización de La Vuelta e incluso a la Unión Ciclista Internacional (UCI). En el caso de los encargados de gestionar la ronda española, parecen tener clara la ‘solución’, al menos en palabras del director técnico Kiko García:

«Intentemos entre todos forzar… que la gente entienda que la situación no es fácil y que entre todos podamos buscar una solución. Que para mí solo hay una, que sería que el propio equipo Israel se diera cuenta de que estando aquí no facilita la seguridad de todos los demás«, dijo claro y contundente, pasando la pelota al conjunto patrocinado por el estado israelí.

Por su parte, el Israel-Premier Tech no parece ni mucho menos decidido a renunciar y la UCI, máximo organismo rector del ciclismo mundial, tampoco parece que vaya a tomar medidas drásticas más allá del comunicado lanzado en la noche de ayer en el que «condena enérgicamente» los actos que provocaron la neutralización.

«La UCI reafirma su compromiso con la neutralidad política, la independencia y la autonomía del deporte, de conformidad con los principios fundacionales del Movimiento Olímpico. La UCI también desea recordar que el deporte, y el ciclismo en particular, tiene la vocación de acercar y superar las barreras entre los pueblos y no debe en ningún caso ser instrumentalizado como herramienta de sanción. La UCI expresa toda su solidaridad y apoyo a los equipos y a su personal, así como a los corredores, que deben poder ejercer su profesión y su pasión en condiciones óptimas de seguridad y serenidad», zanjó en tres puntos muy directos del escrito.

En cualquier caso, la victoria de ayer es clara, al menos para quien cree haber ganado con el escándalo generado: «Los ciclistas con las reuniones previas a la etapa, los aficionados con sus símbolos por doquier, los representantes institucionales con sus declaraciones… son conscientes de que el equipo Israel no es bienvenido y lo ocurrido en la etapa de hoy demuestra claramente que el ‘sportwashing‘ no es el camino», clamó en un escrito la plataforma Gernika-Palestina promotora de la movilización.

Pasado el gran terremoto, pero aún no las posibles réplicas, la jornada de este jueves amanece con una nueva etapa en el horizonte. La Vuelta tiene prevista la duodécima entre Laredo y los Corrales de Buelna sobre 144.9 kilómetros. Si se celebrará o no, si participará el equipo Israel o si la organización deberá tomar medidas drásticas de nuevo solo… es todo una incógnita.

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