Publicado: julio 10, 2025, 2:23 am
El grupo de los Patriotas por Europa en el Parlamento Europeo, en el que militan grupos como Vox, se ha hecho el liderazgo en la tramitación parlamentaria de la ley para que la UE se marque el objetivo de reducir un 90% sus emisiones de dióxido de carbono frente a 1990 (meta climática de 2040), lo que les otorga control sobre los plazos y podría retrasar su aprobación.
El Parlamento Europeo ha rechazado también, con el apoyo de los populares y los grupos a su derecha, una moción para tramitar de urgencia este ‘dossier’, lo cuál hubiera acelerado el proceso y restado poder al futuro ponente del grupo de ultraderecha porque permite saltarse la fase en la que el responsable del texto tiene más control.
El presidente del grupo parlamentario de los Patriotas, el francés Jordan Bardella, indicó que su grupo está «completamente en contra» de este proyecto legislativo, presentado la semana pasada en Bruselas, y señaló que sus diputados se preparan para «trabajar en esta ley y dejar clara su visión».
Aunque los Patriotas tendrán una capacidad de influencia limitada sobre la posición de la Eurocámara en su conjunto, ya que el Partido Popular Europeo puede armar una mayoría alternativa con los grupos proeuropeos a su izquierda, sí tendrán control sobre los tiempos de su tramitación, ya que el eurodiputado que se responsabilice puede tomarse su tiempo a la hora de redactar el borrador o dilatar ciertos plazos.
En el Parlamento Europeo, la responsabilidad sobre cada legislación se asigna con un sistema de pujas en el que cada grupo político dispone de una cantidad de puntos (proporcional a su número de escaños) que puede gastar en hacerse con distintos proyectos legislativos. Fuentes presentes en la puja para esta ley señalaron a EFE que los Patriotas tenían «máximo interés» en llevarse este ‘dossier’ y lograron ofrecer más puntos que el resto.
Fuentes de la comisión de Medioambiente, en la que se gestiona esta ley, predijeron que el eurodiputado ultra que asuma el ‘dossier’ usará esa discreción que le permite su rol para dificultar que la Unión Europea acuda a la cumbre del clima de Naciones Unidas, que se celebra en noviembre, sin una posición conjunta sobre su objetivo de reducción de emisiones para 2040.
Formalmente, la UE sólo debe llegar a esa cumbre con una meta intermedia para el año 2035, pero algunas voces del espectro más ambicioso en cuanto a la lucha contra el cambio climático creen que tener ambas reforzaría la credibilidad internacional del bloque comunitario.
Se trata de uno de los primeros proyectos legislativos potentes que recala en manos de la ultraderecha en esta legislatura, que tras constituirse como grupo en los Patriotas por Europa hace ahora un año ha asumido un papel mucho más activo a la hora de influir en el Parlamento Europeo.