Publicado: septiembre 15, 2025, 4:48 pm
Un aluvión de reacciones se han producido en la mañana de este lunes tras los hechos ocurridos en la última etapa de La Vuelta boicoteada por manifestantes propalestinos en Madrid. Entre ellas, la rueda de prensa de Javier Guillén, director de la carrera, y el comunicado de la Unión Ciclista Internacional (UCI), el último en llegar y que condenó que «el presidente [Pedro Sánchez] y su equipo hayan respaldado las acciones» de los manifestantes.
El texto de la UCI arranca con la muestra de «su total desaprobación y profunda preocupación» por lo ocurrido en diversas etapas y «en particular por la abrupta interrupción de la última etapa».
A partir de ahí, pone en duda la capacidad de España para acoger una prueba de este calibre: «Desde la llegada de la carrera al territorio español, la Vuelta se ha visto perturbada casi a diario por acciones de carácter militante: intrusiones de individuos en el pelotón, lanzamiento de orina y puesta en peligro de los corredores, atentando contra su integridad física, ya que algunos sufrieron caídas, lesiones y se vieron obligados a abandonar la prueba».
Eso sí, no dudó en ensalzar la labor de la organización y de sus reacciones ante cada inconveniente: «Han actuado con una profesionalidad ejemplar, respetando la autonomía y la independencia del deporte», remarca las organización en el escrito.
Más allá fue en su mención de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, al que afeó su actitud: «Lamentamos asimismo que el presidente del Gobierno español y su equipo hayan respaldado acciones realizadas en el marco de una competición deportiva que pueden obstaculizar su buen desarrollo y que, en algunos casos, hayan expresado su admiración hacia los manifestantes», espeta.
A lo que además añade el siguiente ‘tirón de orejas’: «Esta postura contradice totalmente los valores olímpicos de unión, respeto mutuo y paz. Además, pone en tela de juicio la capacidad de España para acoger grandes eventos deportivos internacionales garantizando su buen desarrollo en condiciones de seguridad y de conformidad con los principios de la Carta Olímpica».
Por último, la organización «condena la instrumentalización del deporte» y reafirma su «constante llamamiento al diálogo y a la paz».