Publicado: septiembre 6, 2025, 6:52 am
Es curioso cómo la próxima generación de royals europeos tienen prácticamente la misma edad. Solo hay que pensar en las vidas casi paralelas de la princesa Leonor, Amalia de Holanda, Christian de Dinamarca o Ingrid de Noruega, así como de sus hermanos y hermanas. Si acaso, hay que centrarse en Victoria de Suecia, con sus dos hijos de 13 y nueve años, y, sobre todo, en el príncipe Guillermo y Kate Middleton, para pensar en familias reales que todavía tengan miembros yendo al colegio. O, como es septiembre, regresando.
La vuelta al cole ha sido siempre, dentro de las monarquías, un momento importante, dado que se han producido multitud de posados de los reyes o príncipes llevando a sus hijos e hijas, futuros reyes y reinas, a las aulas. Y los príncipes de Gales no han sido una excepción, siendo común haberlos visto por estas fechas llevando de la mano y sonrientes al príncipe George, a la princesa Charlotte y al príncipe Louis al colegio en su primer día antes de volver a la rutina tras las vacaciones veraniegas.
Se había convertido el arranque del curso escolar, de hecho, casi en una obligación para con la prensa, que solían esperar la mañana del día en que el centro educativo abría sus puertas para que Guillermo y Kate protagonizaran junto a sus pequeños la entrañable y tierna fotografía que, comparada con las anteriores, mostrase el paso del tiempo y los cambios en la infancia de sus hijos.
Una tradición que, a pesar de la imagen que trasmitía de unión, de familiaridad y de comenzar a darle protagonismo a quienes lo obtendrán en el futuro, con los príncipes charlando, dando consejos a sus hijos o llevándoles el material escolar, desapareció de un septiembre para otro. Concretamente, hace dos años, en septiembre de 2023, cuando el príncipe Guillermo y Kate Middleton decidieron romper esta costumbre y eliminaron el posado de su vuelta a la rutina tras el período estival.
Cierto es que los príncipes de Gales siempre han querido blindar la seguridad y la privacidad de sus hijos —al fin y al cabo, Guillermo vivió un tremendo acoso mediático de joven tras el divorcio de sus padres y la muerte de Lady Di—, pero solían hacer esa excepción. Sin embargo, el entrañable momento desapareció de sus agendas tras el último posado, en 2022. Y si había alguna posibilidad de que regresase, 2024 se encargó de eliminarla.
Porque el cáncer detectado a Kate Middleton y su posterior tratamiento, amén de que también afectaba otro cáncer al rey Carlos III, hicieron que el matrimonio decidiese apostar por el recogimiento y que sus hijos viviesen la menor exposición posible ante la prensa, los fotógrafos y el sensacionalismo, con la pretensión de que su infancia fuese, dentro de lo posible, lo más parecida posible a la de los niños y niñas de su edad.
De hecho, esta misma semana George, Charlotte y Louis de Cambridge han regresado a Lambrook, la escuela a la que asisten los tres, sita en Berkshire, y que, por tanto, está muy cerca de la casa en la que residen en Windsor. Es común, ciertas mañanas en las que tienen tiempo, que sean sus propios padres quienes les lleven en coche. Pero nada de fotografías. Y menos aún para el primogénito.
Porque este es un curso especial para el príncipe George, dado que será el último que pase en dicho colegio, dado que el año que viene, cuando cumpla 13 años, quien es el segundo en la línea de sucesión al trono británico asistirá, con toda probabilidad, a Eton, un internado privado de lo más exclusivo por cuyas clases han pasado desde primeros ministros como David Cameron a escritores como Ian Fleming.
Según la prensa inglesa, eso sí, ha habido cierta discusión entre sus padres sobre en qué escuela debe ingresar George el año que viene, si aquella en la que estudió su padre y su tío, el príncipe Harry, y en la que a buen seguro conseguirá hacer grandes amistades y conexiones con los hijos de la clase alta de todo el país, o en Marlborough, donde estudió su madre y que tiene como gran punto a favor es mixta, lo que facilita que los tres hermanos puedan estudiar allí juntos.
A todo ello, además, hay que añadirle que ahora mismo la familia está sumida en una mudanza y que en teoría pretenden quedarse en Forest Lodge, en el Windsor Great Park bastante tiempo tras haber vivido los últimos años en Adelaide Cottage. Y el Colegio Eton se encuentra en el mismo condado, de nuevo en Berkshire, en el que está dicha nueva casa, si bien los príncipes no han entrado con buen pie en ella, ya que incluso antes de trasladarse ha llegado la primera polémica.
Y es que hasta dos familias se han quejado de que han sido obligadas a realojarse en otras casas, teniendo que dejar las suyas, porque según el dispositivo de seguridad de los príncipes de Gales sus viviendas estaban demasiado cerca de la nueva mansión de Kate, Guillermo y sus hijos y les impedía salvaguardar la privacidad de los royals.
