Publicado: junio 1, 2025, 4:21 pm
Las últimas vueltas del GP de España de F1 fueron un caos. Un Safety Car permitió parar a los líderes, que se lo jugaron todo en un sprint final, en el que Max Verstappen, con neumáticos más duros, perdió varias posiciones, y acabó golpeando a George Russell en una maniobra incomprensible y por la que fue posteriormente sancionado.
El piloto neerlandés, con menos ritmo que los McLaren, optó por hacer una parada extra durante la carrera, con la esperanza de que su menor desgaste fuera suficiente para darles caza al final. Casi funcionó, pues estuvo a punto de sobrepasar a Lando Norris en el que hubiera sido su último paso por boxes, pero el abandono de Kimi Antonelli le dejó completamente vendido.
El Mercedes quedó averiado y atrapado en la puzolana, por lo que los primeros clasificados aprovecharon el periodo de coche de seguridad para montar gomas nuevas, pero a Max solo le quedaba un set de duros. En la resalida, estuvo a milímetros de perder el control del monoplaza e irse contra el muro, aunque logró corregir con un contravolante que, eso sí, le dejó a merced de Charles Leclerc y George Russell.
Tras un leve contacto con el monegasco en plena recta y otro con el inglés en la primera curva, el de Red Bull se salió de la pista, y pidió que el Ferrari, que ya le había sobrepasado, le devolviese la tercera posición. En vez de eso, desde el muro le pidieron que dejase pasar a Russell para evitar una posible penalización, algo que Mad Max no se tomó muy bien.
Parecía apartarse de la trazada para ceder su puesto, pero cuando el Mercedes tomó la curva, Verstappen se fue largo, impactando contra su archienemigo. Por la maniobra, le cayó una penalización de diez segundos que le relegó al décimo puesto.
«No sé si se le puede llamar batalla, ha sido más bien una carrera de destrucción. Algo confuso, no entiendo del todo por qué. Al final, yo he terminado cuarto y él décimo», sentenció Russell al ser preguntado por el asunto en zona mixta.