Publicado: agosto 6, 2025, 5:24 pm
La Luna es el satélite más solicitado por China y Estados Unidos. El país chino tiene previsto colonizar el suelo lunar en 2030 e instalar un reactor nuclear para que haya energía constante a la hora de realizar investigaciones, mientras que el país estadounidense sigue experimentando retrasos en su programa Artemis por los fallos técnicos en el cohete y los recortes de Donald Trump en el presupuesto de las misiones, por lo que se está aplazando el sueño americano de volver a la Luna. No obstante, la NASA ha pisado el acelerador para ganarle la carrera a China, puesto a que los planes revelan que la NASA planea construir un reactor nuclear en la Luna para que opere a partir de 2030.
Este plan, descrito en directivas distribuidas dentro de la agencia espacial estadounidense y consultadas por el diario Bloomberg, marca el primer cambio en las políticas de Sean Duffy tras su nombramiento como director interino de la NASA por parte del presidente estadounidense Donald Trump. Además, como mencionamos, esta directiva tendría como objetivo el desarrollo de dicho reactor nuclear para generar 100 kilovatios de energía en la Luna —la cantidad de electricidad equivalente a la que requiere una casa de casi 186 metros cuadrados—.
Sin embargo, pese a que la NASA ya había adjudicado contratos a empresas comerciales para diseñar pequeños reactores de fisión nuclear, el equipo de Duffy obliga a la NASA a convocar a la industria para crear un reactor más potente, con el objetivo de tener la tecnología lista para su lanzamiento en 2030.
Por otro lado, según informa la agencia EFE, Duffy reconoció en una rueda de prensa la existencia del proyecto: «Este no es un nuevo concepto, esto se ha discutido bajo el mandato de Trump y Biden, pero estamos en la carrera hacia la Luna y en la carrera hacia la Luna con China, y para tener una base en la Luna necesitamos energía. Nos han dado instrucciones para empezar a desplegar nuestra tecnología, para movernos y hacer de esto una realidad”.
El jefe de la NASA reconoció que no es «una tecnología enorme», pero argumentó que la «energía es importante y, si se habla de sostener vida en la Luna y después ir a Marte, esta tecnología es críticamente importante»: «Si vamos a involucrarnos en la carrera hacia la Luna, hacia Marte, tenemos que ponernos las pilas. Tenemos que enfocar nuestros esfuerzos en ir a la Luna, que es lo que vamos a hacer».
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