Publicado: julio 25, 2025, 5:24 am
Durante una de las competiciones más exigentes e importantes del deporte como es el Tour de Francia, los ciclistas no solo dependen de su preparación, alimentación o de sus bicicletas, sino que factores externos como la climatología también pueden ser decisivos. Quizás nunca te has preguntado de donde salen los maillots de los ciclistas, pero seguro que te sorprende el escuchar que desde hace pocos años se componen de un tejido originado en los laboratorios de la NASA.
En la época de los 80, la NASA buscaba una solución para ayudar a sus astronautas a soportar los cambios extremos de temperatura en el espacio. Para lograr este objetivo, desarrolló una tecnología basada en materiales con cambio de fase, capaces de absorber o liberar calor, según las condiciones del entorno, tal y como recoge la NASA. Esta innovación nunca llego a utilizarse, pero dio pie a un tejido inteligente llamado Outlast.
Cómo funciona el tejido Outlast
Este material funciona gracias a microcápsulas que contienen esas sustancias con cambio de fase y al integrarse en los tejidos comunes, el resultado es una prenda capaz de adaptarse al calor o frío de forma dinámica, regulando la temperatura corporal sin necesidad de capas adicionales.
Primero se utilizó en varios productos cotidianos como la ropa de cama, pero fue en una feria de Múnich donde la marca francesa Ekoi, especializada en ropa ciclista, descubrió lo que este tejido podría hacer. Tras probarlo, decidieron incorporarlo a su ropa de competición y en 2022 lanzaron su primera colección de Outlast para el Tour de Francia de aquel año.
Al lograr una temperatura corporal más estable, los ciclistas tiene una menor necesidad de abrirse la cremallera o cambiarse de ropa, pudiendo mantener mucho mejor la concentración. Además del maillot, la marca lo utiliza en los guantes y calcetines, y se encuentra trabajando en un acolchado térmico para los cascos.
De esta forma, este tejido ha resultado una solución que, en principio, era para astronautas, pero ha terminado llegando a un deporte tan exigente como el ciclismo y también a productos del uso diario.