Publicado: junio 1, 2025, 4:23 pm
Por increíble que parezca, la infección por la bacteria Helicobacter pylori afecta en España al 40 por ciento de la población, según datos que revela la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD). Ante semejantes datos, parece importante detenernos a entender qué es esta bacteria, cómo se transmite y qué medidas debemos llevar a cabo para frenar su avance.
Si dejamos pasar los síntomas de la Helicobacter pylori, en algunos casos bastante inespecíficos y que podrían confundirse con otros problemas de salud, la bacteria podría provocar una infección de estómago, úlceras, gastritis y, en el pero de los casos, cáncer gástrico.
Síntomas que advierten de la presencia de Helicobacter pylori
Esta bacteria tan prevalente en la población, el Helicobacter pylori, se transmite entre las personas a través del contacto con fluidos como la saliva, el vómito o las heces, según los profesionales de Mayo Clínic. Otra vía habitual de contagio es el agua o alimentos que hayan sido contaminados.
Cuando la persona se ha contagiado de esta bacteria, esta daña la mucosa del estómago, y sobreviene la inflamación o gastritis, que muy probablemente va a desencadenar una úlcera péptica. ¿Y cómo se manifiestan estas úlceras? Mediante una serie de llagas dolorosas en la parte que recubre el estómago o el intestino delgado. Cuando la infección se cronifica, el siguiente paso podría ser el cáncer de estómago.
Los síntomas del Helicobacter pylori podrían confundirse con otras dolencias gastrointestinales: ardor de estómago, náuseas, falta de apetito, hinchazón visible, gases y sensación de ‘estar saciados’ aunque hayamos ingerido muy poca cantidad de comida. En ocasiones puede llegar el sangrado en el estómago, que se visualiza a través de heces oscuras, y y que requiere de atención urgente.
¿Qué tratamiento tiene el Helicobacter pylori?
Por lo que respecta al tratamiento, esta bacteria suele ceder a cierta combinación de antibióticos y medicamentos que atajan la acidez (inhibidores de la bomba de protones)- El objetivo es aniquilar la bacteria y dejar que las paredes del estómago se rehagan naturalmente.
Eso sí, este tratamiento farmacológico suele durar dos semanas, y se suelen dar efectos secundarios como vómitos o diarrea que remiten al finalizar. En cuanto a la prevención, los expertos recomiendan una escrupulosa higiene de manos, y la ingesta de agua con todas las garantías sanitarias. Se trata de una infección con buenos resultados en el tratamiento que, sin embargo, puede tener consecuencias graves si no se busca ayuda médica en cuanto se detectan sus síntomas.