La 'guerra de cifras' detrás de los 'gastos de guerra': por qué han chocado Sánchez y Rutte antes de la cumbre de la OTAN - Estados Unidos (ES)
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La 'guerra de cifras' detrás de los 'gastos de guerra': por qué han chocado Sánchez y Rutte antes de la cumbre de la OTAN

Publicado: junio 25, 2025, 2:23 am

«Creo firmemente que España necesitará llegar al 3,5%». Esa es la cifra que calcula la OTAN que tendrá que alcanzar España en 2029 para cubrir sus capacidades dentro de la defensa colectiva. Pedro Sánchez no piensa lo mismo y considera que con un 2,1% será suficiente. Todo ello en un marco en el que el objetivo final será un 5% en 2035, tal como ha venido reclamando Estados Unidos. La cumbre de La Haya empezó con velocidad para España con un choque por las cifras con la Alianza Atlántica y dos fotos diferentes de cara a las conclusiones.

La primera es que todos los aliados, incluida España, aceptan el 5% de objetivo de gasto dentro de 10 años, pero aceptar no es cumplir y Moncloa insiste en que el país no va a llegar a esa cifra. Otros aliados como Alemania, Reino Unido, Suecia, Noruega o Polonia ya van camino de ello con sus planes nacionales. En cambio, el Ejecutivo español se centra en la segunda foto: los capability targets (objetivos de capacidad), es decir, la cuota que tiene que cumplir un socio dentro de la Alianza. Sánchez dice que con un 2,1% «ni más ni menos» España hará su parte; pero Rutte duda firmemente y en 2029 se verá quién tiene razón.

Todo este conflicto nace de un intercambio de cartas del que el Gobierno español ha sacado que España no tendrá que cumplir con la nueva meta del 5%, algo que la OTAN niega. En cambio, Bélgica y Eslovaquia ya han dado pistas también de que tampoco van a llegar a ese objetivo que saldrá de La Haya. Rutte fue muy claro en este sentido: en la OTAN «no caben los pactos paralelos»; un país no se puede quedar fuera porque así lo considere, por lo tanto el mensaje de Sánchez no es del todo cierto. En el lío de cifras está la clave y para simplificar todo es importante ver que hay dos etapas, dos fechas: 2029 y 2035. En cuatro años se revisarán los objetivos de capacidad y se verá que porcentaje necesita cada país para ‘hacer su parte’. La Alianza en el caso de España calcula, repiten, un 3,5%… una cifra alejada de la que plantea el Ejecutivo.

Fuentes aliadas reconocen a 20minutos que el camino es largo y que aunque hay países que van a cumplir primero con un 3,5% y después con un 5%, «otros lo tendrán más complicado». En ese «otros» entra España. Rutte no flexibiliza su plan respecto a España, pero sí tiene matices que son relevantes: el 5% de gasto en defensa respecto a la riqueza nacional se desglosa en un 3,5% para gasto militar puro y otro 1,5% dedicado para cuestiones como ciberseguridad o control de fronteras. En realidad, cada país puede adaptar sus discursos a ese abanico, pero la OTAN deja una cosa clara: estos planes implican «a todos los aliados».

De hecho, Mark Rutte ha alejado este lunes la sombra de que esta nueva hoja de ruta venga de la presión ejercida por Donald Trump. «Mi consejo a los aliados europeos es que dejen de darle vueltas al compromiso de EEUU e impulsen sus propios planes de defensa«, expuso, con el gran elefante sobre la mesa como es la ruta hacia el 5% de gasto del PIB en defensa de aquí a diez años, que es el tiempo que ha costado también cubrir el objetivo anterior del 2%, pactado en Gales en 2014 y al que llegarán este año todos los miembros de la organización. «Invertir más e invertir mejor» fue el mensaje central, con un llamamiento claro a traducir los compromisos en hechos tangibles.

Además, a Rutte tampoco le convence el matiz español de que su principal amenaza viene del este de Europa, sino que los grandes retos están en el flanco sur. Para la OTAN Moscú sigue estando la principal amenaza. «Rusia está preparada, y nosotros tenemos que estar preparados», afirmó Rutte con firmeza, alertando sobre la creciente brecha industrial: «Rusia ya está en ese proceso; está produciendo en meses lo que la OTAN tarda un año». Y advirtió que no vale firmar ahora una cosa y que eso se quede en papel mojado. «No puede haber una brecha entre lo que decimos y lo que hacemos», añadió, en referencia a la credibilidad interna y externa de la Alianza Atlántica.

Varias fuentes expertas en cuestiones de seguridad y defensa, eso sí, asumen que el 5% es una quimera ahora mismo para la mayoría de aliados, y por eso el primer paso es lógico situarlo en el mencionado 3,5%. Pero, por otro lado, hay, en el caso de Sánchez, una importante variable nacional: los socios de Gobierno no quieren hablar de un aumento de gasto en defensa tan relevante, y no lo han apoyado en el Congreso. De hecho, el presidente ha hecho casi suyo el argumento de que una subida de tal calibre en la inversión militar es contraproducente respecto a la mantenimiento del estado del bienestar. Rutte y la OTAN hacen oídos sordos: hay que cumplir, te llames España o Montenegro.

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