Publicado: agosto 4, 2025, 8:23 am
Una fiesta de graduación en una villa de Bagheira (Palermo), acabó en tragedia durante la madrugada del sábado 2 de agosto con la muerte de Simona Cinà, una joven de 20 años, estudiante universitaria y jugadora de voleibol. Simona fue encontrada sin vida en la piscina del recinto, y las circunstancias de su fallecimiento están siendo investigadas por los carabinieri y la Fiscalía de Termini Imerese, que ya ha abierto diligencias.
La celebración, organizada por dos recién graduados, se llevaba a cabo en una villa privada situada en Sant’Isidoro, una zona residencial de chalets en Bagheria. Según las primeras informaciones, la joven cayó al agua durante la madrugada. Los asistentes alertaron a los servicios de emergencia alrededor de las cuatro, pero los sanitarios no pudieron reanimarla: Simona ya no presentaba signos vitales cuando fue sacada de la piscina.
El cuerpo fue hallado boca arriba, lo que ha despertado dudas sobre cómo se produjo la muerte. Uno de los elementos que ha provocado mayor inquietud es que, según el abogado de la familia, nadie pareció percatarse de que Simona estaba en el agua durante un periodo prolongado, pese a que la piscina es pequeña y estaba rodeada de gente.
«Mi hermana no consumía drogas, bebía raramente y cuidaba mucho su cuerpo», relataba a El Corriere della Sera Roberta, la hermana de Simona. Giusy, la madre de ambas, ha pedido claridad sobre la muerte de su hija: «Quiero saber qué le pasó a mi hija, por qué murió. Era una buena chica, estudiaba, amaba el deporte y todo el mundo la conocía. Era alegre, nunca discutía con nadie y siempre cumplía sus objetivos. El deporte era su vida, cuidaba su cuerpo, estaba en tercer año de universidad. Solo queremos saber qué pasó».
Extrañas circunstancias
Al llegar la familia al lugar, encontraron el cuerpo de Simona a un lado de la piscina, cubierto con una toalla. Llevaba únicamente el bañador, y no se hallaron sus prendas de vestir, solo sus zapatos. Tampoco había señales claras de consumo de alcohol, y algunos familiares apuntan que, pese a tratarse de una fiesta de graduación, no había ni tarta ni bebidas visibles.
Un detalle que también ha llamado la atención es que dentro de su bolso se encontró, cuidadosamente guardado, un brazalete de gran valor sentimental que pertenecía a su madre. La familia interpreta esto como un indicio de que Simona se encontraba en pleno uso de sus facultades momentos antes del suceso.
Durante la inspección ocular de la villa, se localizaron restos de sangre en uno de los jóvenes asistentes, que fue llevado a comisaría para tomarle muestras de ADN. Según su testimonio, se habría lesionado al golpear algo, presa del shock tras conocer la noticia de la muerte.
Desde la familia de Cinà denuncian que la villa no fue precintada de inmediato tras el suceso. Según ha denunciado el abogado, Gabriele Giambrone, el recinto fue limpiado y desmontado pocas horas después, ya que el lugar iba a ser alquilado de nuevo ese mismo fin de semana. El inmueble, además, está actualmente en venta.