Publicado: julio 4, 2025, 2:57 pm
¿Se ha percatado alguna vez de que no hay publicidad en las pistas de Wimbledon? Compruébelo usted mismo, ponga cualquier partido en el televisor o mire la foto que encabeza este artículo e intente buscar patrocinadores a la espalda de Alcaraz. No los encontrará. El motivo es una de las numerosas leyes del prestigioso Grand Slam de hierba, normativa que permite al torneo confiscar objetos e incluso denegar la entrada a quien trate de burlarla.
Concretamente, el evento trata de mantener la esencia de siempre sin colocar patrocinios que desvíen la atención del deporte. Así lo explican en su propia web: «Nuestra intención es mejorar el carácter y la imagen únicos de The Championships manteniendo nuestras canchas y terrenos relativamente libres de patrocinio comercial y colocación de productos», afirman.
El problema es el de siempre, ‘hecha la ley hecha la trampa’. Y es que hay maneras de colocar publicidad gratuita en las pistas. Por ejemplo, la normativa de Wimbledon enumera las siguientes: «Sombreros para el sol, capas de lluvia, paraguas, cremas bronceadoras, radios, botellas de agua… normalmente son entregadas por las marcas a los aficionados de manera gratuita para conseguir lo que se conoce como «una emboscada publicitaria«.
Wimbledon, que ya conoce de otras competiciones que toman serias medidas con este tipo de estrategia, como los Juegos Olímpicos y el Master de Augusta de golf, ha tomado la decisión de confiscar «temporalmente aquellos artículos que sepamos o tengamos motivos para creer que forman parte de una campaña de marketing engañoso, o denegaremos la entrada a los espectadores que no estén dispuestos a entregarlos. Los espectadores tienen todo el derecho a dejarlos en la consigna y recogerlos al final del día si así lo desean», recalcan.
Pese a la seriedad de la cuestión, esta es sin duda una de las facetas menos estrictas del campeonato, pues Wimbledon es uno de los pocos torneos que permite la entrada libre de comida y bebida a los aficionados que así lo desean para no forzarles a pagar los elevados precios a los que se venden los productos dentro del All England Lawn Tennis and Croquet Club.