Publicado: junio 24, 2025, 12:24 am
Las especias presentes en las cocinas de España son sustancias vegetales que contienen nutrientes y, por lo tanto, propiedades. Aunque es algo obvio, cuesta pensarlas así cuando meramente las empleamos como condimentos para un plato. Y además en ocasiones sus compuestos pueden interactuar con medicaciones que estemos consumiendo en ese momento. La investigación alimentaria se ha interesado por ellas en los últimos años y esto permite crear alertas al respecto.
La canela se obtiene pelando y frotando las ramas de la corteza interna del canelo, que cuenta don dos variantes, Cinnamomum zeylanicum y Cinnamomum cassia, cultivados fundamentalmente en Sri Lanka. Asociada en nuestro país fundamentalmente a la repostería, se trata de una especia que en los últimos años ha revelado diversos beneficios como por ejemplo su acción protectora de la función renal, ya que ayuda a combatir la temida retención de líquidos.
Sin embargo, una reciente investigación del Centro Nacional para la Investigación de Productos Naturales de la Universidad de Mississippi ha revelado una función no tan beneficiosa de la canela y sobre la que es importante prestar atención: podría estar reduciendo la eficacia de algunos de los medicamentos más recetados en la actualidad.
La clave está en el cinamaldehído
Para llegar a esta conclusión, los investigadores simularon cómo el cuerpo procesa esta especia recreando las condiciones del estómago, los intestinos y el hígado. El objetivo final era comprobar si afectaba, y en qué medida, a cuatro enzimas principales responsables de la descomposición de medicamentos recetados comunes.
Según el estudio, el principal compuesto de la canela, el cinamaldehído, afecta efectivamente a dos enzimas clave que metabolizan fármacos comunes: CYP2C9 y CYP1A2. Dicho compuesto es además altamente absorbible y de acción rápida, lo que significa que entra al sistema rápidamente, de ahí que la interacción con los fármacos sea también rápida.
Interacciona con el ibuprofeno y el prozac
En términos generales, el empleo de la canela se dirige fundamentalmente hacia la repostería, especialmente en España. Como cualquier tipo de sustancia, es segura en dosis adecuadas, pero esta investigación también ha confirmado que un exceso, especialmente si se trata de la canela en suplementos concentrados o en forma de aceite, es la clave de la interacción medicamentosa, reduciendo así la eficacia de los fármacos.
Dicho estudio científico no se ha basado en medicamentos concretos sino en las enzimas presentes en algunos de los principios más consumidos y con las que la canela podría interferir, identificadas como CYP2C9 y CYP1A2. Estas enzimas ayudan al cuerpo a procesar una amplia gama de medicamentos comunes como el ibuprofeno, Prozac (fluoxetina), warfarina e incluso cafeína.
Por otro lado tampoco hay que olvidar que antes de que este estudio viese la luz ya se conocían las contraindicaciones de la canela con respecto a algunos pacientes, como aquellos que toman anticoagulantes, padecen trastornos hemorrágicos, tienen problemas hepáticos y también no es buena idea para las mujeres embarazadas dados sus efectos anticoagulantes.