Publicado: agosto 25, 2025, 12:23 pm
Los últimos meses han supuesto un notable incremento de la violencia en Colombia, país que parece encontrarse de nuevo en un espiral descendente: la evolución puede reconducirse, pero la polarización política complica una reacción eficiente. La presidencia de Gustavo Petro ha acelerado el deterioro de la situación. Exmilitante del desaparecido grupo terrorista M-19, la desconfianza de Petro hacia el Ejército, su indulgencia hacia la producción de coca y un cierto engreimiento sobre su capacidad para negociar con los grupos armados una «paz total», como él la bautizó, han creado las condiciones para un recrudecimiento de la violencia. El acuerdo de paz firmado en 2016 con las FARC, que el próximo año cumplirá una década, no estuvo bien cimentado. La presidencia… Ver Más