Publicado: junio 1, 2025, 5:23 pm
Cuando ambas partes de una guerra se sienta en una mesa a negociar, se intenta disminuir la beligerancia del campo de batalla como muestra de buena voluntad. Esto es en la teoría, porque en la práctica la apertura de negociaciones entre Rusia y Ucrania, auspiciadas por el Gobierno de Estados Unidos, no ha supuesto el freno de los ataques cruzados. De hecho, en las últimas semanas los bombardeos se han intensificado a ambos lados de la frontera. Este domingo Kiev ha lanzado la Operación Telaraña, el mayor ataque contra la aviación rusa que, según el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), ha alcanzado 41 aviones en la retaguardia.
Este ataque, preparado durante más de año y medio, ha golpeado coordinadamente a tres aeródromos de las regiones de Murmansk e Irkutsk, esta última en Siberia, un territorio que hasta ahora no había sentido la guerra. El gobernador de Irkutsk, Igor Kobzev, ha confirmado en su cuenta de Telegram «el primer ataque con drones en Siberia», sin dar más detalles al margen de asegurar que no se tiene constancia de víctimas. También el gobernador de Murmansk, Andrei Chibis, ha confirmado el ataque ucraniano en su territorio, que no ha dejado «ni muertos ni heridos» y ha provocado el refuerzo inmediato de las medidas de seguridad en toda la zona.
La base aérea militar de aviación de largo alcance Bélaya, en Irkutsk, alberga regimientos aéreos armados con aviones Tu-22M3 y el 181º escuadrón de aviación combinada independiente con aviones An-12 y An-30, según la agencia de noticias rusa Interfax. Entre los aparatos alcanzados figuran aviones A-50, Tu-95 y Tu-22M3. El Ministerio de Defensa ruso ha reconocido los ataques a cinco regiones, pero ha dicho haber «repelido» los que tenían como objetivo los aeródromos de Ivánovo, Riazán y Amur.
Los drones empleados en los ataques, según explican fuentes de seguridad ucraniana al portal Glavcom, llegaron a las inmediaciones de los aeródromos escondidos en camiones para evitar que fueran detectados por la defensa aérea rusa. «El SBU primero introdujo de contrabando en Rusia drones fpv (de pilotaje con visión remota) y después cabañas móviles de madera. Posteriormente fueron ocultados bajo los tejados de las casas, colocadas ya en camiones. En el momento oportuno se abrieron a distancia los tejados de las casas y se volaron los drones para alcanzar a los bombarderos rusos», explicó. Agregó que «las personas que participaron en esta histórica operación especial llevan mucho tiempo en Ucrania», por lo que «si el régimen de Putin detiene demostrativamente a alguien, será otra producción más para el auditorio nacional».
En los vídeos publicados por medios locales y canales de Telegram se puede ver cómo los drones despegan autónomamente desde los remolques de camiones de gran tonelaje y después lanzan bombas contra los aviones estacionados en la pista de aterrizaje de los aeródromos. Algunos de los conductores dijeron desconocer la carga que transportaban y solo que los hombres que les contrataron les citaron a una hora concreta frente a una gasolinera. Uno de los camiones explotó por los aires cuando varias personas se encontraban dentro y en sus alrededores, según se pudo ver en un vídeo colgado en los canales de Telegram Baza y Mash.
El ataque se ha producido después de una intensa noche de bombardeos rusos en Ucrania. «Las defensas aéreas ucranianas repelieron un ataque masivo de 479 armas aéreas rusas, incluyendo 472 drones Shahed, misiles balísticos y de crucero», se puede leer en un comunicado del Ministerio de Defensa ucraniano. Desde ayer por la tarde hasta las 13.30 de este domingo (12.30 hora peninsular española), «385 objetivos aéreos fueron destruidos o suprimidos por unidades de defensa aérea en diversas regiones», afirma el Ministerio.
Uno de estos ataques no pudo ser rechazado por el sistema antiaéreo y alcanzó un centro de entrenamiento en el este de Ucrania, acabando con la vida de 12 militares y dejando 60 heridos. «Para esclarecer todas las circunstancias y causas de las bajas, se ha creado una comisión en el Comando de las Fuerzas Terrestres de las Fuerzas Armadas de Ucrania y se ha iniciado una investigación oficial», ha explicado el Ejército ucraniano. Poco después, el propio comandante de las Fuerzas Terrestres de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Mijailo Drapaty, presentó su dimisión al asumir la responsabilidad de lo ocurrido.
Además, el Ministerio de Defensa ruso ha informado del impacto de un misil contra «una estación de control de aviones no tripulados del Ejército de Ucrania» en la región de Sumi. «Como resultado del ataque con misiles, dos vehículos de las estaciones móviles de lanzamiento y control de drones con personal de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron alcanzados», según el Ministerio. Rusia también ha acusado a Ucrania este domingo de estar detrás de la muerte de siete personas en el descarrilamiento de dos trenes en regiones fronterizas, un hecho que Kiev niega y acusa a Moscú de haber perpetrado un ataque de falsa bandera.
Nueva ronda de negociaciones en Turquía
En este contexto de intercambio de golpes se pretenden sentar a negociar este lunes ambos países. De hecho, el propio Zelenski ha confirmado este domingo que Ucrania participará en la reunión convocada por Rusia con una delegación encabezada por el ministro ucraniano de Defensa, Rustem Umérov. «Para establecer una paz fiable y duradera y garantizar la seguridad, necesitamos preparar una reunión al más alto nivel. Sólo los líderes pueden resolver las cuestiones clave», dijo Zelenski en un mensaje en Telegram.
El presidente agregó que mantuvo este domingo una reunión para escuchar los informes del ministro de Exteriores, Andrí Sibiga, de Defensa, del Estado Mayor, de inteligencia y del Servicio de Seguridad de Ucrania. «Estamos haciendo todo lo posible para proteger nuestra independencia, nuestro Estado y nuestro pueblo. He definido las tareas para el futuro próximo. También he definido posiciones antes de la reunión del lunes en Estambul», añadió Zelenski.
La primera, precisó, es un alto el fuego completo e incondicional; la segunda, la liberación de los prisioneros; y la tercera, la devolución de los niños secuestrados. En su discurso diario, Zelenski señaló el sábado que hasta ese momento ni Ucrania ni sus socios habían recibido información clara sobre lo que la parte rusa pretendía ofrecer en las conversaciones de Estambul.
El Gobierno de Donald Trump ha reconocido estar decepcionado por los escasos avances, pese a haber prometido que acabaría con el conflicto en cuestión de días tras su regreso a la Casa Blanca en enero. Aún así, espera que este lunes se produzcan avances ya que, por el momento, Rusia no se ha retirado de la reunión. En la última se pactó el intercambio de prisioneros, pero no se avanzó en ninguna de las posiciones de ambos bandos para acabar con la guerra. Un conflicto que supera ya los tres años y que está viviendo en las últimas semanas un aumento de las hostilidades.