Publicado: junio 11, 2025, 9:04 am
Kate Middleton sabe de sobra que este mes de junio muchos ojos van a estar puestos sobre ella. Al fin y al cabo, desde que anunciase el pasado mes de enero que el cáncer que le detectaron tras una cirugía abdominal a principios de 2024 estaba en remisión —nunca se ha llegado a especificar desde la familia real británica qué clase de enfermedad es, si bien se ha especulado mucho sobre las posibilidades de que fuera de colon o de útero—, se esperaba este mes, dado que la apretada agenda de Buckingham Palace obliga a La Firma a varias citas innegociables en su calendario.
Así, este próximo fin de semana tendrá la celebración oficial del cumpleaños de Carlos III de Inglaterra con el Trooping the Colour, poco después le llegará el turno a la investidura de los caballeros de la Orden de la Jarretera, la orden de caballería más antigua de Reino Unido, y, para acabar, las carreras de caballos en el Hipódromo de Ascot. Pero antes de todo ello, la princesa de Gales ha preferido otro compromiso mucho más acorde a su personalidad artística: una visita privada al V&A East Storehouse.
Este martes, en un acto oficial en solitario, la esposa del príncipe heredero Guillermo de Inglaterra ha disfrutado de un recorrido guiado por lo que se suele llamar el «ático nacional», dado que es un almacén donde se conservan más de 250.000 objetos y obras de arte, 350.000 libros alrededor de 1.000 archivos especiales que pertenecen a la colección del Victoria & Albert Museum de Londres.
El V&A East Storehouse, que se ubica en un parque muy cercano a la estación de Stratford, abrió sus puertas al público, con entrada gratuita, hace apenas un par de semanas, pasando a ser una de las nuevas sedes del Museo de Victoria y Alberto, con el objetivo de atraer nuevos visitantes. También por ello la invitación y el amadrinamiento de alguien como Kate Middleton: no solo por su peso institucional, sino porque es una de sus mecenas y una enamorada de las bellas artes, como ya ha demostrado en diversas ocasiones.
De hecho, uno de los grandes atractivos para quienes se acerquen a Londres y en particular al V&A East Storehouse es que el público puede elegir libre y gratuitamente uno de los miles de objetos de toda la colección para poder examinarlo y estudiarlo de cerca junto a uno de los expertos e historiadores del arte del propio museo. Y, tal y como han recalcado desde diversos medios locales, Kate Middleton no ha podido resistirse.
Por ello, la princesa, que estudió Historia del Arte en la universidad, ha elegido para conocerla en profundidad una obra del diseñador, arquitecto, poeta y activista William Morris, uno de los padres del movimiento Arts & Crafts, que reactivó el arte textil británico. Un biombo ante el que no ha podido sino decir «¡Guau!» del asombro de su perfección. Asimismo, también ha pedido diversas piezas relacionadas con la música, la danza y la naturaleza, otras de sus pasiones junto a la fotografía —precisamente se ha mostrado interesada en el archivo fotográfico de la colección—.
Sin embargo, la fotografía utilizada por la cuenta oficial de Instagram se ha convertido inmediatamente en icónica, dado que se trata de Kate Middleton observando una de las obras emblema del V&A East Storehouse, el Picasso más grande del mundo… que ni siquiera pintó Pablo Picasso, a pesar de que sí representa uno de sus cuadros más famosos, Dos mujeres corriendo por la playa.
Se trata de una historia curiosa, porque este «Picasso más grande del mundo» lo pintó verdaderamente, en 1924, dos años después del original, el artista ruso Aleksander Chachba-Shervashidze. Lo hizo, además, 30 veces más grande que la obra primigenia y se realizó a tal tamaño para ser utilizada en el diseño de la puesta en escena de Le Train Bleu («El tren azul) de los Ballets Rusos de Diaghilev, que también contaba con un guion de Jean Cocteau y el vestuario de Coco Chanel. Eso sí, el pintor malagueño quedó tan fascinado y satisfecho con la precisión de la copia que no dudó en firmarla como si fuese una obra nueva suya.
Un vestuario acertado
En un mes en el que cada detalle de sus looks serán mirados con lupa, sobre todo por la vuelta a la normalidad siendo uno de los miembros de la monarquía británica más queridos por los ciudadanos según las encuestas, los medios especializados han aplaudido lo elegido por la princesa para esta reaparición, casi tres semanas desde la última vez.
Kate Middleton se ha decantado por un diseño sencillo en azul marino de Alexander McQueen, que no por nada se considera una de sus firmas de cabecera, resaltado gracias a un top blanco y a la importancia que le ha dado a las joyas. En especial, a la cadena dorada de grandes eslabones al cuello, a la hebilla de su cinturón y a los pendientes, con lapislázuli y una piedra preciosa blanca engarzados en oro.