Publicado: julio 11, 2025, 6:54 pm
Tras el entierro de Michu, fallecida el lunes, José Fernando ha regresado a Madrid junto a su padre, Ortega Cano, donde ambos se refugian en la más estricta discreción. Sin hacer declaraciones y con rostros serios, padre e hijo han sido vistos este viernes paseando por los alrededores de su domicilio, evitando cualquier comentario sobre la situación que se abre ahora respecto a la custodia de la pequeña Rocío, de siete años.
Nada más conocerse la trágica noticia, la familia al completo puso rumbo a Arcos de la Frontera (Cádiz) para dar su último adiós a Michu. Ortega Cano, Gloria Camila, Rocío Flores, Gloria, Amador Mohedano y José Fernando acudieron este miércoles a la capilla ardiente.
Sin embargo, pese a que se especulaba con que Ortega Cano permanecería en Cádiz para acompañar a su nieta e iniciar los trámites legales para hacerse cargo de su custodia -lo que podría ser la última voluntad de Michu-, el viudo de Rocío Jurado y su hijo abandonaron la localidad apenas finalizado el sepelio.
Mientras tanto, la pequeña Rocío ha quedado al cuidado de su abuela materna, Inma, y su tía Tamara en Arcos de la Frontera. Inma ha dejado claro su intención de quedarse con la tutela: «La niña se va a quedar conmigo. Está conmigo desde chica».
Tamara Rodríguez, hermana de Michu, se pronunció en el programa TardeAR, donde lamentó la actitud de los Ortega Cano durante el funeral. «Se han ido y lo suyo es que estuvieran más tiempo, sobre todo por la niña. Veo la cosa muy distante. En el tanatorio cada uno por su lado. No ha habido ningún acercamiento», reprochó.
Por su parte, Ortega Cano se ha limitado a señalar en los últimos días que intentarán «hacer las cosas lo mejor posible» respecto al futuro de la niña, sin desvelar si están dispuestos a solicitar su custodia legal. José Fernando guarda silencio mientras permanece en la vivienda familiar antes de regresar al centro psiquiátrico San Juan de Dios, donde continúa su tratamiento desde 2017.