Publicado: septiembre 21, 2025, 1:21 am
Tras un verano marcado por los numerosos y devastadores incendios en España, es el momento de tratar de la recuperación del monte. Una vez que las llamas ceden, en el trabajo de evaluación del estado del suelo, los satélites se han transforman en aliados insustituibles. Su capacidad para capturar imágenes detalladas de vastas extensiones de terreno es vital para la fase post-incendio. Precisamente en esta fase juega un papel importante la Agencia Espacial Española (AEE). Su función no es ejecutar directamente las tareas de rehabilitación, sino facilitar y optimizar el uso de la tecnología espacial para quienes sí lo hacen. Tal y como indican desde la agencia, facilitan el acceso a datos claves, impulsan el desarrollo de herramientas nacionales y lideran proyectos de futuro. La AEE actúa como interlocutor único de España en los comités de programas europeos como Copernicus, cuyos datos son claves para asegurar que las administraciones y empresas dispongan de las imágenes de satélites necesarias para cartografiar el perímetro quemado, evaluar la severidad del daño y monitorizar la regeneración de la vegetación. También lidera el desarrollo del «Segmento Colaborativo de Copernicus en España», que proporcionará herramientas propias que mejorarán la lucha contra los incendios y la gestión posterior. Y, además, promueve y gestiona proyectos estratégicos como la Constelación Atlántica. Esta futura red de 16 satélites proporcionará imágenes diarias de alta resolución, lo que permitirá una cuantificación más rápida y precisa de la superficie afectada y la severidad del daño, datos esenciales para planificar una recuperación eficaz. En los últimos años ha crecido el interés del sector privado por aplicar los datos obtenidos por los satélites en el sector forestal. La política de datos abiertos de programas como Copernicus ha creado un ecosistema de innovación que las empresas españolas están aprovechando activamente. La AEE pone como ejemplo la colaboración de Hispasat con Pyro Fire Extinction en el desarrollo de la solución Bseed WATCH. Este sistema no se limita a usar los datos, sino que los integra con sensores terrestres, cámaras y modelos de IA para crear herramientas avanzadas de prevención predictiva. Esto demuestra que el sector privado ha pasado de ser un mero consumidor de datos a un desarrollador de tecnología de alto valor añadido. Además, grandes sectores como el agroforestal, asegurador y energético están utilizando ya estos datos para gestionar riesgos e inversiones. «El ecosistema español de pymes y startups tecnológicas tiene ahora una oportunidad única para internacionalizar estas soluciones y exportarlas a otros países mediterráneos con desafíos similares», resalta Juan Carlos Cortés, director de la AEE. «La información se está aprovechando de manera intensiva y cada vez más sofisticada, pero la estrategia de la AEE busca precisamente maximizar aún más este potencial», explica su director. Aunque hay un uso muy avanzado en todas las fases del ciclo de un incendio, desde la prevención con mapas de combustible (LiDAR y Sentinel-2) hasta la monitorización de la recuperación, todavía hay margen para la optimización, como lo demuestra el hecho de que se estén desarrollando proyectos como el segmento colaborativo de Copernicus y la Constelación Atlántica. Gracias a estos proyectos se pretende acelerar el acceso a la información a través de estaciones de descarga nacionales; incrementar la frecuencia y el detalle de las observaciones y desarrollar herramientas propias adaptadas a las necesidades específicas de España. Si bien el aprovechamiento actual es alto, la AEE cree que España está en un proceso activo para alcanzar la plena optimización y el liderazgo tecnológico en este campo. Castilla y León es una de las comunidades autónomas más afectadas por las llamas este año y en esta región llevan más de dos décadas trabajando con los datos facilitados por los satélites. «Vemos imágenes, antes, durante y después de los incendios», explica Ana Isabel Brieva, técnico del servicio de incendios de forestales de la dirección general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León. «Ya en 2003 con las imágenes sabíamos el índice verde y se usaba para la perimetración aunque se ha ido mejorando a lo largo de los años», resalta la técnico. Estas imágenes facilitan mucho el trabajo en la fase de post incendio «porque vemos la evolución de vegetación, nos indica como está de seca y podemos comparar el antes y el después». La gran ventaja es la rapidez con la que disponen de la información y así «podemos planificar antes todos los trabajos posteriores y empezarlos antes». No obstante, tal y como recuerda Ana Isabel Brieva, «el terreno necesita su tiempo, al monte le cuesta años recuperarse de los incendios». Las primeras imágenes satelitales con las que empezaron a trabajar las recibieron a través de la Universidad de Valladolid. A lo largo de todos estos años han notado los cambios, «al principio eran imágenes caras y había pocas y ahora hay cada vez más», afirma la técnico. Hay imágenes que se descargan gratuitamente y otras de pago, aquellas que gracias a contar con más sensores son más precisas y de mejor resolución. «Ha crecido el número de empresas y de satélites en órbita pero también hay imágenes que logramos descargar nosotros», puntualiza. Este servicio trabaja con una empresa que usa una plataforma que tiene 25 satélites. «Vemos la evolución de los incendios a través de los puntos calientes y realizan el cálculo de la intensidad de los mismos, ha habido mucha evolución», añade. En lo referente a la planificación de los trabajos de la fase post-incendios, utilizan sobre todo imágenes de los satélites Sentinel. Desde Hispasat aseguran que los datos satelitales están desempeñando un papel cada vez más relevante en los trabajos de recuperación post-incendio. Gracias a sensores multiespectrales embarcados en satélites como Sentinel, es posible evaluar con precisión el área quemada, la severidad del fuego y la capacidad de regeneración de los ecosistemas afectados. En lo que respecta a su solución, sistemas como el que Hispasat ha desarrollado con Pyro están integrando sensores terrestres, cámaras y datos satelitales en plataformas digitales que almacenan toda la información generada durante y después del incendio. «Esta tecnología permite realizar un análisis post-incendio más completo, facilitando la reconstrucción de los hechos y la planificación de medidas de recuperación», aclara Jorge Rodríguez, gerente de Marketing y Producto de Hispasat. Desde su cuadro de mandos, «los usuarios pueden descargar registros detallados de cada instalación, y se ofrece consultoría especializada para interpretar los datos y apoyar en la toma de decisiones», puntualiza. Los satélites están también contribuyendo a mejorar las tareas de prevención y detección de incendios. En los últimos años, Hispasat y Pyro han trabajado en el desarrollo de una solución de protección de incendios que combina satélites, sensores y videocámaras. «Esta solución permite la planificación y ejecución de acciones preventivas, alertar a la población y coordinar las acciones de equipos de extinción, reduciendo en gran medida los riesgos asociados, los gastos derivados y el tiempo de respuesta», explica Rodríguez. Los satélites de comunicaciones, como los de Hispasat, no están diseñados de manera específica para servicios concretos, sino para proporcionar cobertura en grandes extensiones de terreno. «Es esa base de conectividad satelital la que otorga sentido pleno a soluciones específicas como esta, que demandan una cobertura resiliente, universal y continua para poder ofrecer información en tiempo real», resalta Rodríguez. «No tiene sentido limitar el uso de la tecnología contra el fuego sólo a aquellas zonas con cobertura terrestre», añade.