Publicado: julio 27, 2025, 5:53 pm
La crueldad del fútbol se cebó con España en la final de la Eurocopa femenina. La Roja fue mejor y más ambiciosa que Inglaterra, pero su falta de acierto ante el gol la condenó a la tanda de penaltis, tras finalizar 1-1 el choque. Y en ella, el desacierto y los nervios se apoderaron de las jugadoras. La gran actuación de Cata Coll no fue suficiente y los errores de Mariona, Aitana y Salma condenaron a un equipo que, eso sí, vuelve con la cabeza muy, muy alta.
La campeona del mundo y de la Nations se queda sin la triple corona, pero eso no tapa un torneo histórico pese al dolor de la derrota. Este grupo de mujeres volverá a por más, el futuro es suyo.
Comenzó Inglaterra con las ideas claras, sabiendo que en veloces contras podía hacer daño a la defensa española. Y así llegó la primera ocasión, muy clara. Galopada de Alessia Russo por la derecha y su disparo, algo escorado, encontró respuesta en Cata Coll, que hizo su primera buena parada de su grandísima noche.
Pese al buen inicio británico, no se iba a amilanar España, que encontró en la banda izquierda un filón. Un primer centro de Olga Carmona lo remató Esther González, que se topó con la meta Hampton. Después, mismas protagonistas, pero esta vez el remate de la delantera se perdió desviado por no mucho.
El partido era un toma y daca sin dominador claro, pero la presión alta de las de Sarina Wiegman ocasionó el gran susto del partido para España. Trataron las defensas de la Roja de salir con el balón jugado desde atrás, cuando Cata Coll cometió un grave error en el pase. Sin embargo, ella misma lo solucionó con una parada con sabor a título: el chut a bocajarro de Lauren Hemp se encontró con una pierna de la guardameta del Barcelona.
Con el paso de los minutos, las de Montse Tomé comenzaron a hacerse con el balón, a imponer su juego. Prueba de ello, una gran combinación en la frontal del área que Mariona Caldentey finalizó con un disparo que buscaba la escuadra pero que se fue desviado por no demasiado.
El partido ya se jugaba en la mitad del campo de las inglesas, que se defendían como podían hasta que surgió el talento de Athenea del Castillo. La madridista, que había sido la gran novedad en el once, se giró en el área y encontró a Ona Battle por la derecha. Y su centro encontró el remate de cabeza de Mariona ante el que nada pudo hacer Hampton.
Inglaterra acusó el golpe y el último cuarto de hora se convirtió en un monólogo de España. Sin embargo, el tanto no llegó pese a una gran ocasión de Esther, que no pudo precisar su testarazo. En las de Sarina Weigman, apenas una cabalgada de Chloe Kelly –que entró por la lesionada Lauren James– generó algo de inquietud, pero su disparo se perdió muy desviado.
Tras el descanso, la tónica no cambió en exceso, con una España superior buscando el segundo gol. Las ocasiones se sucedían, pero sin precisión en los remates. Lo intentó Aitana Bonmatí primero, y después Mariona y Alexia. Agua.
Y entonces llegó el mazazo en, como no podía ser de otra forma, una contra. Kelly avanzó por la izquierda, recortó para centrar con la diestra y su preciso balón al área lo cabeceó, espectacular, Alessia Russo para empatar el duelo.
La que acusó el mazazo fue España en esta ocasión. Una internada de Athenea por la derecha que acabó en un disparo que no encontró portería fue un oasis ante la superioridad de Inglaterra en esos minutos de desconcierto español. De hecho, el segundo gol británico estuvo a punto de llegar en un remate de la incisiva Kelly que iba rumbo al gol… hasta que Cata Coll desvió con los dedos para evitarlo.
Montse Tomé movió ficha entonces y su cambio iba a dar que hablar, pasara lo que pasara: Alexia fuera para dar entrada a Claudia Pina. La jugada, eso sí, estuvo cerca de salir bien, pero un zurdazo de la catalana encontró una gran mano de Hampton.
El partido entró en una fase de nervios y se iba irremediablemente a la prórroga, aunque antes entraron al campo Salma Paralluelo y Vicky López, más pensando en el tiempo añadido.
Los 30 minutos extra fueron un quiero y no puedo para España. Porque la única selección que no quería la tanda de penaltis era la Roja. Atacó sin descanso en la primera parte, acorralando a Inglaterra. Pero sin pegada ni la profundad necesaria para hacer daño a una Inglaterra ordenada y contundente. Los once metros fueron inevitables.
En la tanda, el desacierto fue muy grande. Cata Coll se hizo gigante y paró dos lanzamientos, pero Hampton detuvo los de Mariona Caldentey, Aitana Bonmatí y Salma Paralluelo. El sueño continental se evaporaba definitivamente.