Publicado: junio 7, 2025, 8:23 pm
El impactante efecto del golpe asestado por Ucrania a Rusia en la Operación Telaraña el pasado fin de semana, cuando consiguieron atacar decenas de aparatos de la aviación estratégica rusa en zonas tan remotas como Siberia, ha podido verse desde el aire gracias a las imágenes proporcionadas por la empresa estadounidense Maxar Technologies.
Según el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), este ataque, llevado a cabo con drones ucranianos camuflados en camiones, afectó a más de 40 aviones de la aviación estratégica rusa en la retaguardia enemiga. «Fueron alcanzados el 34% de los portadores de misiles de crucero estratégicos de los principales aeródromos de la Federación Rusa», afirmó entonces el SBU.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó posteriormente que estos ataques, que tuvieron como objetivo cinco regiones rusas, alcanzaron aeródromos militares como el de Olenya, en la región norteña de Múrmansk, o el de Belaya, en la siberiana región de Irkutsk, situada a más de 6.000 kilómetros de Kiev.
Imágenes satelitales dadas a conocer esta semana han mostrado los impresionantes destrozos causados precisamente en estos dos aeródromos tras la operación a gran escala, que Kiev estuvo preparando durante más de año y medio.
En concreto, se pueden ver al menos siete aviones bombarderos destruidos prácticamente en su totalidad en la base de Belaya, tal y como recoge la BBC. El ataque contra este aeródromo ha sido el primero realizado por Kiev contra territorio de Siberia, confirmó el propio gobernador de la región, Ígor Kobzev.
Entre los aviones afectados se encuentran los bombarderos estratégicos Túpolev TU-95, TU-22 y TU-22M3, aeronaves apodadas como la bestia rusa del cielo —en el caso del TU-95— y el «asesino de portaviones».
Según recuerda la BBC, Rusia ha utilizado este tipo de bombarderos estratégicos para realizar ataques aéreos sobre Ucrania desde 2022, y reparar o reemplazarlos es muy difícil, ya que no se producen desde la caída de la Unión Soviética.
Tras el ataque, Moscú admitió que los drones, que fueron lanzados por control remoto desde el remolque de camiones de gran tonelaje, impactaron en varios de los aviones estacionados en las pistas de aterrizaje de estas dos bases. «En las regiones de Múrmansk e Irkutsk, como resultado del lanzamiento de drones desde un territorio que se encontraba cerca de los aeródromos, se produjeron incendios en varios aparatos», precisaron en una nota del Ministerio de Defensa.
Hasta el momento los drones ucranianos únicamente habían golpeado objetivos en la Rusia europea y raramente más al norte de la capital rusa. El alcance de esta operación ha sido importante, ya que han destruido más de un tercio de los portadores de misiles de crucero con un coste para Rusia de unos 7.000 millones de dólares.
La región septentrional de Múrmansk, parte de la cual se encuentra en el círculo polar ártico, está a más de 3.000 kilómetros de Kiev; mientras la de Amur está separada de la frontera ucraniana por más de 8.000 kilómetros.
La vecina región de Buriatia, también bañada como Irkutsk por el lago Baikal, es junto a Tuvá y Altái —las tres con un bajo nivel de vida— la que más soldados ha aportado por cada mil habitantes a la campaña militar rusa.
